Viernes, 7 oct (RV).- Junto al mes de mayo, hay otro mes dedicado a la Virgen, el
mes de octubre que está consagrado a la devoción del Santo Rosario, la oración que
María tantas veces ha recomendado en sus innumerables apariciones. El rzobispo Angelo
Comastri, vicario general del Papa para el estado de la Ciudad del Vaticano, nos hablaba
sobre el origen de esta oración, los frutos que ha dado, y qué incidencia ha tenido
en la vida de la Iglesia y en la vida de los fieles el año del Rosario, querido por
el Siervo de Dios, Juan Pablo antes del año de la Eucaristía, que está por finalizar.
“Personalmente
yo he notado que muchos han descubierto el Santo Rosario. A menudo se llamaba la oración
de los pobres, casi con desprecio: es la oración de los humildes, la oración de los
ignorantes, la oración de quién no conoce oraciones mejores. Sin embargo, el año del
Rosario nos ha hecho entender que la oración del Rosario es la Oración de los humildes,
pero en el sentido más bonito de la palabra, pero en el sentido más digno de la palabra.
Es la oración de los pequeños, es la oración de quienes se ponen delante del Señor,
tomados por la mano de María, para gustar la belleza de la meditación de aquella vida,
que es para nosotros la vida que ilumina, la vida de Jesús. En el año del rosario
he notado que el ha vuelto en tantas familias. Yo personalmente conozco familias que
en el año del rosario cada día se encuentran para rezar juntos: algunas veces son
solo precisamente los padres; pero en otras familias también los hijos acompañan
a sus padres en la oración del Rosario y estas familias han encontrado la alegría
de estar juntos, orando con María. Hay muchos frutos bellos”.