2005-09-29 16:25:32

El Papa agradece y elogia la labor y servicio de las mujeres y hombres consagrados en su mensaje a la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica


Jueves, 29 sep (RV).- Benedicto XVI agradece la labor y el servicio de las mujeres y a los hombres consagrados que siguen a Cristo por el camino de los consejos evangélicos y del respectivo carisma sugerido por el Espíritu. A través de un mensaje a la Plenaria de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el Papa subraya cómo la historia de la Iglesia ha estado siempre marcada por formas nuevas de vida evangélica a través de la obra de fundadores y fundadoras que han trasmitido su carisma a sus hijos espirituales.

“Gracias a ello –escribe el Santo Padre- en la actualidad, en los monasterios y centros de espiritualidad, los monjes, religiosos y personas consagradas ofrecen a los fieles oasis de contemplación y escuelas de oración, de educación en la fe y de acompañamiento espiritual. Ellos continúan la gran obra de evangelización y de testimonio en todos los continentes, como avanzadillas de la fe, con generosidad y a menudo con el sacrificio de la vida hasta el martirio”.

En su mensaje, el Pontífice elogia a quienes se dedican por completo a la catequesis, a la educación, a la enseñanza, a la promoción de la cultura, al ministerio de la comunicación. En esta amplia lista se encuentran también quienes dedican su vida a los jóvenes y a sus familias, a los pobres, a los ancianos, a los enfermos y a las personas que están solas. “No existe ámbito humano y eclesial alguno en el que no estén presentes, a menudo de forma discreta, pero siempre eficaces y creativos, casi como una continuación de la presencia de Jesús que pasó haciendo el bien a todos”.

El Papa asegura en su mensaje el reconocimiento de la Iglesia a este testimonio de fidelidad y santidad dado por tantos miembros de los Institutos de Vida Consagrada. Una vida consagrada que al inicio del nuevo milenio, como subraya el Papa, tiene delante de sí retos formidables, que sólo puede afrontar en comunión con todo el Pueblo de Dios, con sus pastores y con el pueblo de los fieles.

Benedicto XVI alude también a los tres temas concretos tratados en la Asamblea Plenaria que abarcan desde el ejercicio de la autoridad, a los criterios para el discernimiento y la aprobación de nuevas formas de vida consagrada, y la vida monástica.

El Papa afirma además en otro momento que “nunca podrá darse una auténtica reactivación de la vida religiosa si no se conduce una existencia plenamente evangélica, sin anteponer nada al único amor, encontrando en Cristo y en su Palabra la esencia más profunda de cada carisma del Fundador.







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