“Durante mi viaje he visto escenarios terribles, pero también gestos de grandísima
humanidad”, palabras del arzobispo Cordes a su regreso de EE.UU.
Domingo, 18 sep (RV).- El presidente del Pontificio Consejo Cor Unum, el arzobispo
Paul Joseph Cordes, ha regresado a Roma esta semana de su misión en Estados Unidos,
a donde había sido enviado por Benedicto XVI con el fin de que llevara el testimonio
y la solidaridad de la Iglesia y de la Santa Sede a las poblaciones afectadas por
el huracán Katrina. La presencia de un enviado del Papa ha sido muy apreciada tanto
en el ámbito eclesial como en el ámbito civil, como el mismo monseñor Cordes ha explicado
para Radio Vaticano, señalando que “Cáritas americana, (Catholic Charities), desde
los primeros días de emergencia puso a disposición seis millones de dólares, fruto
de una colecta de varias asociaciones de cáritas nacionales. Mi visita –ha señalado
el arzobispo- ha despertado nuevas atenciones para recoger otras ayudas materiales.
El área afectada es muy vasta y en las zonas dañadas llegan voluntarios de todas
las partes de los Estados Unidos. La reconstrucción llevará meses e incluso años.
Durante mi viaje he visto escenarios terribles, pero también gestos de grandísima
humanidad”.
Ante el descubrimiento de una pobreza inimaginable en las zonas
de Estados Unidos dañadas por el huracán Katrina, el arzobispo Paul Joseph Cordes
ha querido recalcar que la fe tiene que iluminar cada instante que vivimos incluso
los momentos más oscuros. Precisamente en la homilía pronunciada en la catedral de
Baton Rouge el 11 de septiembre, exactamente cuatro años después de la destrucción
de las Torres Gemelas en Nueva York, el presidente del Pontificio Consejo Cor Unum
invitó a los católicos a reflexionar sobre la importancia de la dimensión religiosa
de los eventos, incluso ante los más terribles y catastróficos.