Vaticano apoya la reforma de la ONU y la institución de una comisión para la edificación
de la paz
Sábado, 17 sep (RV).- ''Los pobres no pueden esperar''. Citando una frase de Juan
Pablo II durante un viaje a Chile, el secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano
finalizó ayer su intervención ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en
el 60 aniversario de la creación de este organismo internacional. Hablando en francés,
el cardenal Sodano dijo que la Santa Sede cree firmemente en el papel de las Naciones
Unidas, que son ''una institución cada vez más necesaria para la paz y para la humanidad'',
y que por ello este organismo debe cambiar para adaptarse a los tiempos modernos ''
y ser capaz de nuevo de tomar resoluciones que se hagan respetar.
Por esta
misma razón, afirmó el purpurado, el Vaticano apoya la idea de una reforma de la ONU
y es favorable a la institución de la llamada 'peacebuilding commission'', una Comisión
para la edificación de la paz, que pueda volver a llevar la paz a los países probados
por rivalidades étnicas y por enfrentamientos armados». Por otra parte, la Santa Sede,
ha ''apreciado mucho el nuevo mecanismo de financiación de un fondo para el desarrollo,
y de especial modo, las últimas decisiones tomadas al respecto por el grupo de los
países grandes del G8''.
El secretario de Estado, que ha llevado a Nueva York
los saludos del Papa Benedicto XVI, ha pedido entre otras cosas que ''venga estudiada
con más profundidad la cuestión del uso de la fuerza para desarmar a los países agresores''.
La cumbre del 60 aniversario de la ONU concluirá con la adopción de un documento final
con resultados mínimos.
Si Cuba y Venezuela han criticado los métodos empleados
para aprobar el documento, los países emergentes han criticado los escasos progresos
realizados en la lucha contra la pobreza. El documento, de apenas 40 páginas, ha sido
adoptado esta noche en presencia del director general de la ONU, Kofi Annan, tras
tres días de intensas reuniones entre los 191 países participantes en lo que ha sido
la mayor cumbre de la historia.
Sin embargo, las divergencias de opiniones
han impedido sacar adelante un documento más amplio y ambicioso, como el inicialmente
propuesto por Kofi Annan, y han obligado a aplazar problemas importantes como la reforma
del Consejo de Seguridad y del Consejo de Derechos Humanos, la política de desarme
y no proliferación y detalles organizativos de distintos órganos de la ONU.