2005-09-13 16:09:13

Polonia: Conferencia internacional de la Pontificia Academia de Teología


Martes, 13 sep (RV).- «El papel de la Iglesia y de los cristianos en el futuro de Europa» fue el tema de la intervención del arzobispo Giovanni Lajolo, secretario para las Relaciones de la Santa Sede con los Estados, en la Conferencia internacional de la Pontificia Academia de Teología, que se celebró el pasado fin de semana en Cracovia, Polonia.

Tras evocar «la atención de los Papas por Europa, siempre viva y llena de propuestas» Mons. Lajolo recordó el impulso de Pío XII, al apoyar la idea de la formación de una Unión Europea, y el papel decisivo de Juan Pablo II para derribar «empezando por Polonia, la división innatural de Europa impuesta por una ideología materialista y un poder inhumano».
Haciendo hincapié en la presencia en el viejo continente de la Iglesia, en cuanto institución, y de los cristianos en cuanto miembros de la Iglesia y ciudadanos de Europa, Mons. Lajolo se refirió a esta incomparable presencia como realidad humana, social, concretamente perceptible en su identidad religiosa. Señalando luego que «sería una falsificación política que Europa ignorase esta realidad o prescindiera de ella».

En cuanto a la aportación específica que la Iglesia y los cristianos pueden brindar a Europa, el arzobispo secretario para las Relaciones de la Santa Sede con los Estados recordó que «la Iglesia es «columna et firmamentum veritatis». Paladina de la razón humana capaz de alcanzar, no sólo verdades matemáticas o científicas, sino también las verdades últimas sobre el ser humano, aquellas que pueden manifestar el sentido decisivo de nuestra condición humana y permiten por tanto, las grandes orientaciones del espíritu».

La Iglesia es también comunión de la caridad, reiteró Mons. Lajolo, recordando que en ella se lleva a cabo, como en ninguna otra realidad humana, la unidad en la diversidad de las partes. En la Iglesia se refleja la variedad de las gentes, de sus idiomas, de sus costumbres y tradiciones en la unidad de la fe y de la moral. La Iglesia es «un factor de unidad entre las naciones».

En este contexto, Mons. Lajolo señaló también el papel de la Iglesia en la tutela de la familia, sin olvidar la obra que realiza en el sector de la enseñanza y de la sanidad. «En la sociedad pluralista e ideológicamente variada de nuestros días - concluyó el Secretario para las Relaciones con los Estados- es necesario que los cristianos sepan aunar sus fuerzas con las de todas las personas de buena voluntad, en búsqueda de una Europa que esté a la altura de la herencia espiritual que nuestros padres nos han dejado. Aquella Europa que anhelaron intensamente las grandes figuras del siglo XX".







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