Una decena de mártires mexicanos serán beatificados en noviembre
Viernes 2 sep (RV).- La visita “ad Limina” de los obispos mexicanos coincide con el
anuncio por parte del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, arzobispo de Guadalajara, de
la beatificación de trece mártires mexicanos que se celebrará en esta misma archidiócesis
el próximo 20 de noviembre. Mártires que fallecieron durante la persecución religiosa
que tuvo lugar durante los años veinte del siglo pasado en México. La celebración
será presidida por el cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para
las Causas de los Santos.
El anuncio tiene lugar después de que la Santa Sede
publicara en presencia de Juan Pablo II, el 22 de junio de 2004, los decretos por
los que se reconoce el martirio de estos trece mexicanos. El arzobispo de Guadalajara
hizo el anuncio tras haber recibido la indicación oficial por parte del Papa Benedicto
XVI para proceder a la preparación de las beatificaciones en esa fecha.
Entre
los futuros beatos se encuentra el sacerdote José Trinidad Rangel Montaño, nacido
el 4 de junio de 1887 en Dolores Hidalgo (diócesis de León, México); el sacerdote
Andrés Sola Molist, misionero claretiano, nacido el 7 de octubre de 1895 en Taradell
(España); y el laico y célibe Leonardo Pérez Larios, nacido el 28 de noviembre de
1883 en Lagos Moreno (México). Los tres fueron asesinados “por odio a la fe” el 25
de abril de 1927 en el Rancho de San Joaquín.
Otro de los mártires es el sacerdote
de la diócesis de Veracruz, Dario Acosta Zurita, nacido el 20 de diciembre de 1908
en Naolinco, México, y asesinado en Veracruz el 25 de julio de 1931, tres meses después
de su ordenación sacerdotal.
También aparece en la lista el mártir laico, abogado
y padre de familia Anacleto González Flores, nacido en 1888 en Tepatitlán, Jalisco,
y otros siete compañeros mártires. El último decreto reconoce el martirio de un adolescente
de catorce años, José Luís Sánchez del Río, nacido en Azuayo, Michoacán, asesinados
también “por odio a la fe” en 1928.
Tenemos con nosotros precisamente a monseñor
Javier Navarro Rodríguez, obispo de la diócesis de San Juan de los Lagos, que se
encuentra estos días en Roma en el marco de la visita “Ad Limina” de los obispos mejicanos,
y que ha expresado ante nuestros micrófonos la importancia de estas beatificaciones.