El cardenal Macharski invita a rezar, durante la solemne toma de posesión del nuevo
arzobispo de Cracovia, para que Juan Pablo II sea el nuevo santo Patrono
Sábado, 27 ago (RV).- “Invito a rezar para que, bajo la protección de san Estanislao,
mártir, Juan Pablo II sea, cuanto antes, ante Dios, el nuevo santo Patrono que nos
proteja en el camino de la fe como centinelas del mundo ante las dificultades”. Con
estas palabras, el cardenal Macharski, Arzobispo Emérito de Cracovia, ha evocado la
figura del siervo de Dios Juan Pablo II ante los más de 70.000 fieles que han participado
en la Santa Misa de toma de posesión del Secretario de Karol Wojtyla, monseñor Estanislao
Dziwisz, como Arzobispo de Cracovia.
La celebración eucarística ha comenzado
en la Iglesia catedral de Wawel en donde, tras leer la bula pontificia de nombramiento
del nuevo arzobispo, el Nuncio Apostólico en Polonia, monseñor Josef Kowalczyk ha
dado las gracias al Cardenal Macharski, destacando su labor pastoral como encargado
de la archidiócesis, así como por su labor en la Iglesia en Polonia, como miembro
activo de la Conferencia Episcopal Polaca y en las numerosas congregaciones vaticanas.
Después,
dirigiéndose al arzobispo Estanislao Dziwisz, el Nuncio Apostólico ha subrayado dos
aspectos importantes del nuevo ministerio que ha sido encomendado a este “testigo
de excepción de Juan Pablo II”, destacando, en primer lugar, su misión de Pastor,
al que se le ha confiado el futuro de la Iglesia en Cracovia. Asimismo, ha destacado
su misión como guía de esta comunidad archidiocesana en la peregrinación de la fe,
de la esperanza y del amor, sin olvidar a los jóvenes “centinelas del Tercer Milenio”,
de manera que se pueda escribir un nuevo capítulo en la historia de esta Iglesia.
Durante
su homilía de toma de posesión como nuevo arzobispo de Cracovia, monseñor Dziwisz
se ha dirigido a los políticos, a las familias, a los jóvenes y a los trabajadores.
Respecto a los primeros, el nuevo arzobispo de Cracovia les ha pedido que se empeñen
en llevar a cabo políticas de defensa del hombre en general y de los pobres, de los
débiles y de los que no tienen trabajo, en particular. En cuanto a las familias, monseñor
Dziwisz ha recordado que éstas son, como subraya la Iglesia fiel a Dios y a la persona
humana, comunidades entre hombres y mujeres, fundadas en el verdadero amor. “De este
modo la familia humana -ha explicado- es un ambiente natural de la primera vida humana
y no puede ser sustituida por ningún otro tipo de unión”.
Refiriéndose a los
jóvenes, les ha pedido que sigan fielmente el mensaje de Juan Pablo II, “exigente,
pero orientado hacia los valores verdaderos e importantes”. Por último, monseñor Dziwisz
se ha dirigido a los trabajadores, a quienes ha recordado la labor realizada por todas
aquellas personas que han trabajado por construir la Iglesia y mantener las tradiciones
religiosas. Recordando de este modo el 25º aniversario de la creación del sindicato
“Solidarnosc”, a través de cuyo trabajo se “ha demostrado a todo el mundo que se puede
luchar por la justicia sin derramar sangre. Se trata de una gran lección del espíritu
polaco. No podemos perderlo”, ha afirmado rotundo monseñor Dziwisz.
La ceremonia
ha sido concelebrada por treinta cardenales, entre ellos los de Varsovia, Josef Glemp
y el arzobispo emérito de Cracovia, el cardenal Macharski. De la curia romana, han
estado presentes el Vicario de Benedicto XVI para la diócesis de Roma, cardenal Camillo
Ruini; el cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto para la Congregación de los Obispos;
el cardenal Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de
los Pueblos; el cardenal Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para
el Clero; y el cardenal Roberto Tucci.
A los miles de fieles que han participado
en la Santa Misa se han unido numerosos arzobispos, obispos y sacerdotes, así como
el Presidente Polaco, Alexander Kwasniewski y numerosas delegaciones políticas y religiosas
de toda Europa. Precisamente ayer se celebró en Czestochowa la fiesta de la Virgen
de Jasna Gora. Este año la Iglesia en Polonia ha agradecido a Dios por el gran Papa
Juan Pablo II. Asimismo se festejó el 350 aniversario de la defensa del Santuario
y de Polonia contra la invasión sueca. La liturgia principal estuvo presidida por
el nuevo arzobispo de Cracovia, monseñor Stanislaw Dziwisz. Además, el Prelado inauguró
un nuevo “vestido” para el icono de la Virgen y le entregó los dos rosarios ofrecidos
por Juan Pablo II a la Virgen negra, un día antes de su muerte. El tradicional “vestido”
del icono es un tipo de “manto” confeccionado con ámbar y con diamantes, que cubre
la mayor parte de las imágenes dejando solamente descubiertos los rostros de María
y de Jesús.
Durante la homilía, el Primado de Polonia, el cardenal Jozef Glemp,
subrayó el testimonio de Juan Pablo II como ejemplo de amor a Cristo, a cada hombre
y a la patria. En la celebración de Czestochowa también tomó parte el cardenal Joachim
Meisner, arzobispo de Colonia. En su alocución agradeció a los polacos sus oraciones
por las intenciones de Benedicto XVI.