2005-08-27 15:06:48

El cardenal Macharski invita a rezar, durante la solemne toma de posesión del nuevo arzobispo de Cracovia, para que Juan Pablo II sea el nuevo santo Patrono


Sábado, 27 ago (RV).- “Invito a rezar para que, bajo la protección de san Estanislao, mártir, Juan Pablo II sea, cuanto antes, ante Dios, el nuevo santo Patrono que nos proteja en el camino de la fe como centinelas del mundo ante las dificultades”. Con estas palabras, el cardenal Macharski, Arzobispo Emérito de Cracovia, ha evocado la figura del siervo de Dios Juan Pablo II ante los más de 70.000 fieles que han participado en la Santa Misa de toma de posesión del Secretario de Karol Wojtyla, monseñor Estanislao Dziwisz, como Arzobispo de Cracovia.

La celebración eucarística ha comenzado en la Iglesia catedral de Wawel en donde, tras leer la bula pontificia de nombramiento del nuevo arzobispo, el Nuncio Apostólico en Polonia, monseñor Josef Kowalczyk ha dado las gracias al Cardenal Macharski, destacando su labor pastoral como encargado de la archidiócesis, así como por su labor en la Iglesia en Polonia, como miembro activo de la Conferencia Episcopal Polaca y en las numerosas congregaciones vaticanas.

Después, dirigiéndose al arzobispo Estanislao Dziwisz, el Nuncio Apostólico ha subrayado dos aspectos importantes del nuevo ministerio que ha sido encomendado a este “testigo de excepción de Juan Pablo II”, destacando, en primer lugar, su misión de Pastor, al que se le ha confiado el futuro de la Iglesia en Cracovia. Asimismo, ha destacado su misión como guía de esta comunidad archidiocesana en la peregrinación de la fe, de la esperanza y del amor, sin olvidar a los jóvenes “centinelas del Tercer Milenio”, de manera que se pueda escribir un nuevo capítulo en la historia de esta Iglesia.

Durante su homilía de toma de posesión como nuevo arzobispo de Cracovia, monseñor Dziwisz se ha dirigido a los políticos, a las familias, a los jóvenes y a los trabajadores. Respecto a los primeros, el nuevo arzobispo de Cracovia les ha pedido que se empeñen en llevar a cabo políticas de defensa del hombre en general y de los pobres, de los débiles y de los que no tienen trabajo, en particular. En cuanto a las familias, monseñor Dziwisz ha recordado que éstas son, como subraya la Iglesia fiel a Dios y a la persona humana, comunidades entre hombres y mujeres, fundadas en el verdadero amor. “De este modo la familia humana -ha explicado- es un ambiente natural de la primera vida humana y no puede ser sustituida por ningún otro tipo de unión”.

Refiriéndose a los jóvenes, les ha pedido que sigan fielmente el mensaje de Juan Pablo II, “exigente, pero orientado hacia los valores verdaderos e importantes”. Por último, monseñor Dziwisz se ha dirigido a los trabajadores, a quienes ha recordado la labor realizada por todas aquellas personas que han trabajado por construir la Iglesia y mantener las tradiciones religiosas. Recordando de este modo el 25º aniversario de la creación del sindicato “Solidarnosc”, a través de cuyo trabajo se “ha demostrado a todo el mundo que se puede luchar por la justicia sin derramar sangre. Se trata de una gran lección del espíritu polaco. No podemos perderlo”, ha afirmado rotundo monseñor Dziwisz.

La ceremonia ha sido concelebrada por treinta cardenales, entre ellos los de Varsovia, Josef Glemp y el arzobispo emérito de Cracovia, el cardenal Macharski. De la curia romana, han estado presentes el Vicario de Benedicto XVI para la diócesis de Roma, cardenal Camillo Ruini; el cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto para la Congregación de los Obispos; el cardenal Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos; el cardenal Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero; y el cardenal Roberto Tucci.

A los miles de fieles que han participado en la Santa Misa se han unido numerosos arzobispos, obispos y sacerdotes, así como el Presidente Polaco, Alexander Kwasniewski y numerosas delegaciones políticas y religiosas de toda Europa. Precisamente ayer se celebró en Czestochowa la fiesta de la Virgen de Jasna Gora. Este año la Iglesia en Polonia ha agradecido a Dios por el gran Papa Juan Pablo II. Asimismo se festejó el 350 aniversario de la defensa del Santuario y de Polonia contra la invasión sueca. La liturgia principal estuvo presidida por el nuevo arzobispo de Cracovia, monseñor Stanislaw Dziwisz. Además, el Prelado inauguró un nuevo “vestido” para el icono de la Virgen y le entregó los dos rosarios ofrecidos por Juan Pablo II a la Virgen negra, un día antes de su muerte. El tradicional “vestido” del icono es un tipo de “manto” confeccionado con ámbar y con diamantes, que cubre la mayor parte de las imágenes dejando solamente descubiertos los rostros de María y de Jesús.

Durante la homilía, el Primado de Polonia, el cardenal Jozef Glemp, subrayó el testimonio de Juan Pablo II como ejemplo de amor a Cristo, a cada hombre y a la patria. En la celebración de Czestochowa también tomó parte el cardenal Joachim Meisner, arzobispo de Colonia. En su alocución agradeció a los polacos sus oraciones por las intenciones de Benedicto XVI.







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