2005-08-14 13:04:57

La fe inquebrantable de la cananea y de los santos, reflexión del Papa en el Ángelus


Domingo, 14 ago (RV).- En la víspera de la solemnidad de la Asunción de la Virgen, Benedicto XVI, como cada domingo, ha dirigido el rezo del Ángelus desde el patio del Palacio Apostólico de Castelgandolfo para los fieles congregados en el mismo. En este domingo XX, del tiempo ordinario, el Papa ha aludido a la liturgia que nos presenta un ejemplo singular de fe: una mujer cananea que le pide a Jesús que cure a su hija “cruelmente atormentada por un demonio”.

El Señor se resiste a la insistencia incesante de la mujer, y parece no ceder ni siquiera cuando los mismos apóstoles interceden por ella, como nos lo refiere el evangelista Mateo (Mt 15, 21-28). Sin embargo al final, ante la perseverancia y la humildad de esta desconocida, Jesús accede y le dice: “Mujer, grande es tu fe, que te suceda como deseas”.

Sobre esta frase de Mateo: “Mujer grande es tu fe”, el Santo Padre ha recordado que esta humilde madre viene señalada por Jesús como ejemplo de “fe indómita”. “Su insistencia en invocar la intervención de Cristo, es para nosotros, la fuerza para no desanimarnos, a no desesperarnos incluso en medio de las pruebas más duras de la vida”, ha explicado el Pontífice, subrayando que “el Señor no cierra los ojos ante las necesidades de sus hijos, y si parece insensible a nuestras peticiones, solamente es para poner a prueba y robustecer la fe”.

Este es el ejemplo dado a través del testimonio de los santos, éste es especialmente el testimonio de los mártires asociados de manera más estrecha, al sacrificio redentor de Cristo. Benedicto XVI ha aludido a los santos que estamos recordando durante estos días en el calendario litúrgico. En los días pasados, hemos conmemorado algunos: los pontífices Ponciano y Sixto II, el sacerdote Hipólito, el diácono Lorenzo, con sus compañeros asesinados en Roma en los albores del cristianismo. Asimismo el papa ha recordado además a una mártir de nuestro tiempo, santa Teresa Benedicta de la Cruz, Edith Stein, compatrona de Europa, muerta en el campo de concentración.

Y precisamente hoy, la liturgia nos presenta un mártir de la caridad, que selló su testimonio de amor a Cristo en el bunker del hambre de Auschwitz, san Maximiliano Kolbe, quien se inmoló voluntariamente a cambio de un padre de familia.

Benedicto XVI antes del rezo del Ángelus ha invitado a todos los bautizados y en manera particular a los jóvenes que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud a mirar a estos resplandecientes ejemplos de heroísmo evangélico. “Invoco sobre todos su protección y de manera particular la de santa Teresa Benedicta de la Cruz, que transcurrió algunos años de su vida precisamente en el Carmelo de Colonia, que María reina de los mártires, proteja a todos con amor maternal, que mañana contemplaremos en su gloriosa Asunción al cielo”, finalizó el Pontífice.

Tras el rezo mariano del Ángelus y le responso por los fieles difuntos, el Santo Padre ha saludado en varias lenguas, estas han sido sus palabras en español. RealAudioMP3
“Saludo a los peregrinos de lengua española, particularmente a los jóvenes que están de camino hacia Colonia, para participar en la Jornada Mundial de la Juventud. Que al igual que la mujer cananea, de la cual habla el Evangelio de hoy, vuestra fe os lleve al encuentro personal con Jesucristo. ¡Que Dios os bendiga!”








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