El Papa ora “para que la Jornada Mundial de la Juventud suscite en los jóvenes el
deseo de encontrarse con Cristo y de hallar en Él la guía de su vida”
Viernes, 5 ago (RV).- En este mes de agosto, Benedicto XVI está orando en especial
“para que la Jornada Mundial de la Juventud –a la que él mismo acudirá dentro de pocos
días- suscite o reavive en los jóvenes el deseo de encontrarse con Cristo y de hallar
en Él la guía de su vida”. Así lo anuncia la Intención General del Apostolado de la
Oración, que el Santo Padre asume como propia para ofrecer sus oraciones y sacrificios
junto a miles de laicos, religiosos, religiosas, sacerdotes y Obispos del mundo entero.
La
intención del Papa traza la esencia de estas grandes celebraciones de fe y fiesta
en la que participan jóvenes de todo el mundo desde que en 1986 Juan Pablo II dio
origen a esta iniciativa, que había empezado a gestarse dos años antes. Además sintetiza
el lema de la XX edición de la Jornada Mundial de la Juventud, que acogerá la ciudad
alemana de Colonia del 16 al 21 de este mes de agosto: “Hemos venido a adorarle”.
“Es un tema –explicaba Juan Pablo II- que permite a los jóvenes de cada continente
recorrer idealmente el itinerario de los Reyes Magos”, cuyas reliquias se veneran,
según una pía tradición, precisamente en Colonia, “y encontrar, como ellos, al Mesías
de todas las naciones”.
El fallecido Papa recordaba también “la invitación
a participar en la Jornada Mundial de la Juventud a los queridos amigos que no están
bautizados o que no se identifican con la Iglesia. ¿No será que también vosotros tenéis
sed del Absoluto y estáis en la búsqueda de ‘algo’ que dé significado a vuestra existencia?
Dirigíos a Cristo y no seréis defraudados”.
El objetivo de la Jornada Mundial
de la Juventud es proseguir con el interés principal de Juan Pablo II: la nueva evangelización,
que también esta destinada a los jóvenes. La JMJ se celebró por primera vez de manera
oficial el Domingo de Ramos de 1986 en Roma. En 1987 y a continuación, por regla general
cada dos años, se organiza en algún lugar determinado del mundo. En los otros años
se celebra el Domingo de Ramos en Roma y en las diócesis en todo el mundo. Millones
de jóvenes se han ido sucediendo en estos encuentros, que giran en torno a un lema
propio cada vez.