Australia: cumbre nacional para afrontar la amenaza terrorista
Viernes, 22 jul (RV).- Tras los atentados de Londres del 7 de julio, el mayor ente
representativo islámico en Australia está organizando una cumbre nacional para afrontar
la amenaza terrorista en Australia, en particular por la representada por elementos
extremistas en la comunidad.
“Promover las buenas relaciones y lazos de amistad entre la comunidad cristiana de
Australia y la musulmana”, es la intención de Mons. Christophe Prowse, obispo auxiliar
de Melbourne. El prelado ha insistido en la necesidad de superar los prejuicios y
estereotipos después de los atentados del Londres, que también han tenido repercusiones
en Oceanía.
Mons. Prowse, recientemente, ha participado como invitado en un ciclo de encuentros
organizado por la Comunidad islámica de Melbourne y ha subrayado que “la relación
con otras comunidades religiosas, en particular con la musulmana, no puede consistir
únicamente en una comparación teológica y doctrinal, sino que tiene que partir de
la eliminación de la ignorancia y los prejuicios recíprocos, promoviendo el conocimiento
y el intercambio a nivel humano, de un diálogo de vida”.
La comunidad musulmana de Australia está compuesta por unas 400 mil personas sobre
una población total de 17 millones de habitantes. El Islam, tras el Cristianismo,
es la segunda religión más practicada en Australia. En su mayoría se trata de emigrantes
provenientes de países de mayoría musulmana. Las casi 150 organizaciones, reunidas
en la Unión Australiana de las Asambleas Islámicas son muy activas en el sector cultural,
educativo y social. Desde 1995 está presente en Australia la Liga islámica de los
derechos del hombre, mientras que los centros islámicos son 16 y 75 las mezquitas.
Tras los atentados de Londres del 7 de julio el mayor ente representativo islámico
en Australia está organizando una cumbre nacional para afrontar la amenaza terrorista
en Australia, en particular por la representada por elementos extremistas en la comunidad.
La Federación australiana de los consejos islámicos ha invitado al primer ministro
John Howard a esta cumbre, que se celebrará en Sydney dentro de pocas semanas, y en
la que se prevé la participación de unos 150 líderes musulmanes, religiosos y civiles,
entre ellos algunos fundamentalistas. “Nuestra comunidad -ha declarado el director
de la Federación- debe poner en funcionamiento un mecanismo de vigilancia y tomar
la iniciativa para impedir que elementos radicales se dejen convencer para llevar
a cabo acciones como las de Londres. Y es fundamental que el gobierno se implique
también”.
Mientras tanto los musulmanes se han unido a los representantes cristianos y judíos
en el llamamiento conjunto para que se retire de la venta al público de los libros
que inciten al odio racial y a la violencia, como los que recientemente se han encontrado
en las librerías radicales islámicas de Sydney y Melbourne, en los que se justifican
los ataques suicidas.
En esta misma línea, este martes el líder islámico moderado, el jeque Taj Din al-Hilali,
ha pedido que sean expulsados del país los predicadores que invocan la violencia terrorista,
de forma que se libere a Australia de la enfermedad del fundamentalismo. En este sentido
el mufti ha añadido que muchos jóvenes se sienten atraídos por las fogosas predicaciones
de un puñado de religiosos con poca educación religiosa, y que transmiten un mensaje,
que según el jeque es “una enfermedad como el SIDA, que no se cura con aspirinas”.
También el presidente afgano Hamid Karzai ha realizado unas declaraciones en este
mismo sentido, subrayando que “asociar el Islam al terrorismo es una verdadera equivocación.
El mundo musulmán debería reconocer que quienes asesinan y masacran en nombre de la
religión, se declaren o no musulmanes, no son religiosos. Las personas que asesinan
a la gente en Londres o Madrid son las mismas que matan en Afganistán, las mismas
que destruyen nuestras casas, que pegan y matan a nuestras mujeres, que queman nuestras
escuelas”.