Ángelus: El Papa reza por las víctimas de Londres y por quienes provocaron los atentados
para que "Dios toque sus corazones"
Domingo, 10 jul (RV).- El Papa Benedicto XVI, como lo hiciera ya el pasado jueves,
conmovido por el dolor de los dramáticos atentados de Londres, ha exhortado este mediodía
a los terroristas a respetar la vida creada por Dios, en un llamamiento durante la
oración del Ángelus en la plaza de San Pedro, ante unos 40 mil fieles y peregrinos
de todo el mundo reunidos para rezar la oración mariana. “Probamos todos un profundo
dolor por los atroces atentados terroristas de Londres del pasado jueves. Rezamos
por las personas fallecidas, por los heridos y por sus familiares. Pero rezamos también
por los que provocaron el atentado: que el Señor toque sus corazones – ha exclamado
el Pontífice ante los aplausos de los fieles, para añadir después que - A cuantos
fomentan sentimientos de odio y a cuantos cumplen acciones terroristas tan repugnantes
les digo: ¡Dios ama la vida que ha creado, no la muerte. Deteneos, en nombre de Dios!”
Durante el rezo mariano del Ángelus, Benedicto XVI ha querido recordar a todos
los presentes la festividad que se celebra mañana dedicada a san Benito Abad, patrón
de Europa, una festividad introducida por Pablo VI en 1964. “Se trata de un santo
muy querido por mí, como se puede intuir de la elección hecha de mi nombre”, ha afirmado
al inicio del Ángelus Benedicto XVI, quien ha explicado a todos los congregados en
la plaza quien fue este santo patrón de Europa. Nacido en Norcia (Italia) entorno
al año 480, Benito estudió en Roma pero, decepcionado por el estilo de vida que se
vivía en la ciudad, decidió retirarse a Subiaco, donde permaneció en una de sus grutas
durante unos tres años, dedicándose enteramente a Dios. Allí, sirviéndose de las ruinas
de una antigua casa de Nerón, y junto a algunos de sus primeros discípulos, inició
la construcción de varios monasterios, dando vida a una comunidad fraterna fundada
sobre la primacía del amor a Cristo, en donde la oración y el trabajo se alternaban
armónicamente alabando a Dios. Algunos años después se trasladó a Montecassino
(Italia), en donde fundó un nuevo monasterio, en el cual residirá hasta su muerte.
En esta localidad crece su irradiación espiritual, y allí escribe la única obra que
ha llegado hasta nuestros tiempos: “Reglas”. “Entre las cenizas del imperio romano,
Benito, buscando ante todo el Reino de Dios, sembró las primeras bases de una nueva
civilización que se desarrollaría – ha señalado Benedicto XVI - integrando los valores
cristianos, por un lado en la herencia clásica, y por otro, en las culturas alemanas
y eslavas”. “Benito no fundó una institución monástica con la finalidad de evangelizar
a los pueblos bárbaros como otros grandes misioneros de la época, sino que dio las
indicaciones para que sus discípulos tuvieran como finalidad fundamental, la búsqueda
de Dios”: “Quaerere Deum”. De este modo Benedicto XVI ha querido destacar éste
aspecto fundamental de la vida de san Benito Abad ya que, como ha explicado el Pontífice,
“el patrón de Europa sabía que cuando el creyente entra en relación profunda con Dios,
no puede contentarse con vivir en un mundo mediocre con una ética minimalista y una
religión superficial”. De ahí que se comprenda la expresión de San Benito extraída
de san Cipriano: "Nihil amori Christi praeponere” (“Nada se antepone al amor
de Cristo”). “En esto consiste la santidad, propuesta válida para cada cristiano,
que ha llegado a ser una verdadera urgencia pastoral en esta época en la que se advierte
la necesidad de anclar la vida y la historia a fuertes referencias espirituales”,
ha exclamado el Pontífice. Por último Benedicto XVI ha invocado la intercesión
de san Benito Abad y de María Santísima, como “modelo sublime y perfecto de la santidad
que ha vivido en comunión constante y profunda con Cristo”, pidiendo para que el Señor
“multiplique en nuestra época la existencia de hombres y mujeres que, a través de
la fe, sean en este nuevo milenio, la sal de la tierra y la luz del mundo”. Al
final del Ángelus, el Santo Padre ha recordado que comenzará el período de sus vacaciones
de verano, trasladándose a Les Combes, en el Valle de Aosta (Italia). En esta región
alpina italiana transcurrirá unos días de descanso hasta el 28 de julio. “Seré huésped
– ha explicado el Papa - en la misma casa que muchas veces acogió al Papa Juan Pablo
II. Doy las gracias a todos los que me acompañan con la oración y os digo con afecto.
¡Hasta pronto!”. Por último y como es tradicional, el Papa Benedicto XVI ha saludado
en distintas lenguas. Este ha sido su saludo en español: “Saludo con afecto
a los peregrinos de lengua española. En este tiempo veraniego, invito a todos a acoger
con gozo la semilla del Evangelio, para que Cristo sea luz y fuente paz en cada uno
de vosotros, en vuestras familias y en todos los pueblos de la tierra. Feliz Domingo
y feliz verano”.