2005-07-02 16:25:01

El Papa expresa su anhelo de que el actual momento que Zimbabwe sea el comienzo de «un nuevo proceso de reconciliación nacional y de reconstrucción moral de la sociedad»


Sábado, 2 jul (RV).- El Papa alienta a los obispos de Zimbabwe a seguir brindando una guía clara y unida, enriquecida con una fe inquebrantable en Jesucristo. Para que los fieles escuchen la voz del Señor, que habla con autoridad de lo que es correcto y verdadero, de paz y justicia, de amor y reconciliación. En su discurso a los obispos de Zimbabwe, que hoy han concluido su quinquenal visita ad limina apostolorum, Benedicto XVI ha expresado su anhelo de que el actual momento que vive esta nación africana sea el comienzo de «un nuevo proceso de reconciliación nacional y de reconstrucción moral de la sociedad».

Tras manifestar su profundo aprecio por «la significativa contribución» que los prelados de Zimbabwe han ofrecido a los fieles católicos y a toda la población en las recientes elecciones celebradas en este país, el Papa se ha referido concretamente a dos documentos escritos por estos obispos. La Declaración Conjunta, que publicaron el año pasado y la reciente Carta Pastoral, titulada «El clamor de los pobres». A través de ambas - ha señalado Benedicto XVI - «vosotros mismos habéis testimoniado el Evangelio y la rica herencia de la doctrina social de la Iglesia».

En este contexto, el Santo Padre ha exhortado a los prelados de Zimbabwe a perseverar en su misión, haciendo oír, por medio de su predicación y enseñanzas, la voz del Señor en favor de la paz, la justicia, el amor y la reconciliación: «En el ejercicio de vuestro ministerio episcopal de enseñanza y guía, os aliento a seguir proporcionando una dirección clara y unida, enriquecida con una fe inquebrantable en Jesucristo, en obediencia a ‘la Palabra de la verdad, la Buena Nueva de la salvación’ (Ef 1,13). En vuestra predicación y enseñanza los fieles deben poder escuchar la voz del Señor, una voz que habla con autoridad de lo que es correcto y verdadero, de paz y justicia, de amor y reconciliación. Una voz que puede consolar a aquellos que están en medio de las pruebas y mostrarles el camino de la esperanza».

Benedicto XVI ha destacado asimismo que «en medio de las dificultades del momento presente, la Iglesia en Zimbabwe puede alegrase ante la presencia de tantas comunidades que se caracterizan por una fe vibrante, de un número significativo de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada y, también, de laicos comprometidos, entregados a distintos trabajos de apostolado».

Se trata – ha hecho hincapié el Papa – de «dones de la gracia de Dios, que son, al mismo tiempo, un consuelo y un desafío para el desarrollo de una catequesis cada vez más integrada y profunda, de forma que los fieles puedan vivir plenamente su vocación cristiana». Una vez más, el Pontífice ha puesto de relieve la importancia de la formación sacerdotal y catequética, así como de las escuelas católicas.

La Carta Pastoral que ha citado Benedicto XVI este sábado es la que escribieron los obispos de Zimbabwe, el pasado mes de junio, ante la serie de redadas cumplidas por las fuerzas del orden de este país en los barrios pobres de la periferia de Harare, demoliendo e incendiando indiscriminadamente miles de chabolas y dejando sin vivienda y trabajo a numerosas personas. En una operación, que las autoridades denominaron de ‘limpieza’ y de ‘restablecimiento del orden’, quedó destruida también una clínica que dirigían unas religiosas dominicas, en la localidad de Hatcliffe. La Comisión católica de Justicia y Paz y la Conferencia de Pastores Protestantes en Zimbabwe condenaron, en sendos comunicados, esta «guerra contra los pobres y sin techo».

Concretamente la Conferencia Episcopal de Zimbabwe -condenando la injusticia perpetrada contra los pobres – recuerda que «todo el ministerio de Jesús está marcado por su preocupación en favor de los débiles y vulnerables. Jesús nos enseña que seremos juzgados y condenados por lo que no hagamos en favor de los que tienen hambre, sed, de los forasteros, de los desnudos, o de los enfermos, rechazando nuestra ayuda a Él mismo... (Mt. 25, 42-46)».

Entre los obispos de Zimbabwe que esta semana han realizado la visita ad limina se encuentra un español, Mons. Ángel Floro Martínez, obispo de la diócesis de Gokwe, que nos habla de los retos y de las esperanzas que debe afrontar entre sus feligreses. RealAudioMP3







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