El Papa pide a la Virgen María que aliente el ministerio de los nuevos Pastores metropolitanos
a los que ayer impuso el Palio
Jueves, 30 jun (RV).- Recibiendo a los Arzobispos Metropolitanos a los que - ayer
en la solemnidad de Pedro y Pablo - impuso el sagrado Palio, Benedicto XVI ha saludado
cordialmente asimismo a los familiares y fieles procedentes de varias partes del mundo,
que han acompañado a sus respectivos pastores en esta celebración. Reiterando que
esta antigua tradición constituye, desde el siglo XI, un importante signo de «comunión
de los Obispos Metropolitanos con el Pastor de la Iglesia de Roma», el Santo Padre
se ha dirigido en distintas lenguas a los numerosos peregrinos presentes en el Aula
Pablo VI.
En un clima de alegría y emoción - que se intensificó con un vibrante aplauso cuando
saludó en polaco al Arzobispo de Cracovia, Stanislaw Dziwisz, y a quienes le acompañaban
– Benedicto XVI agradeció al que fuera secretario de su venerado Predecesor «por todo
lo que ha hecho por Juan Pablo II» y también por él. E invocó la ayuda de Dios sobre
su nueva misión.
Saludando con afecto a los Arzobispos de lengua española y a cuantos les han acompañado,
el Papa se ha referido a los Arzobispos Jaume Pujol Balcells, de Tarragona; Octavio
Ruiz Arenas, de Villavicencio; Santiago García Aracil, de Mérida-Badajoz; Pedro Ricardo
Barreto Jimeno, de Huancayo; Pablo Lizama Riquelme, de Antofagasta; Leopoldo José
Brenes Solórzano, de Managua y Manuel Ureña Pastor, de Zaragoza:
Varios países de este amplio sector lingüístico cuentan con nuevos Pastores metropolitanos,
con la misión especial de fomentar estrechos vínculos de comunión con el Sucesor de
Pedro y entre sus diócesis sufragáneas. A quienes los acompañáis, os ruego que sigáis
cercanos a ellos con la oración y la colaboración generosa, para que acrecienten la
esperanza en los jóvenes, el amor y fidelidad en las familias, fomentando un espíritu
fraterno en la convivencia social. Pido a la Virgen María, tan venerada en vuestras
tierras – Chile, Colombia, España, Nicaragua y Perú –, que aliente el ministerio de
los Arzobispos y acompañe con ternura a los sacerdotes, comunidades religiosas y fieles
de sus Arquidiócesis. Llevadles a todos mi afectuoso saludo y la Bendición Apostólica.