Oración oficial para implorar favores por intercesión del Siervo de Dios, Karol Wojtyla
Domingo, 26 jun (RV).- «Oh Trinidad Santa, Te damos gracias por haber concedido a
la Iglesia al papa Juan Pablo II y porque en él has reflejado la ternura de Tu paternidad,
la gloria de la cruz de Cristo y el esplendor del Espíritu de amor». Así empieza la
oración oficial, que ha publicado la diócesis de Roma, para implorar favores por intercesión
del Siervo de Dios, Karol Wojtyla.
El texto de esta oración, que aparece en el sitio web de la Causa de Beatificación
y Canonización del Papa Juan Pablo II, prosigue señalando que «él, confiando totalmente»
en la infinita misericordia de la Trinidad y en la maternal intercesión de María,
nos ha mostrado una imagen viva de Jesús Buen Pastor, indicándonos la santidad, alto
grado de la vida cristiana ordinaria, como camino para alcanzar la comunión eterna
con Dios.
Concédenos, por su intercesión y si es Tu voluntad, el favor que imploramos – finaliza
el ruego - con la esperanza de que sea pronto incluido en el número de tus santos.
La mencionada página web, que publica esta oración en español, italiano, polaco, inglés,
francés y portugués, está a cargo del Postulador de la Causa de Beatificación y Canonización
de Juan Pablo II, Mons. Slawomir Oder, de la diócesis polaca de Torun, Vicario Judicial
del Tribunal de Apelación del Vicariato de Roma.
Los internautas que entren en el sitio «www.vicariatusurbis.org» podrán aportar, asimismo,
su contribución directa por medio de los foros titulados: «Mi encuentro con Juan Pablo
II» - «Gracias recibidas» e «Intenciones de Oración». Además se darán a conocer los
encuentros de oración organizados en todo el mundo para sostener la Causa de Beatificación
del Papa Wojtyla.
Recordamos que, el próximo martes 28 de junio, en la Basílica de San Juan de Letrán
- catedral de Roma - tendrá lugar la sesión de apertura de la investigación diocesana
sobre la vida, las virtudes y la fama de santidad del Siervo de Dios Juan Pablo II.
Esta sesión de apertura será introducida con el canto de las primeras vísperas de
la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, a las siete de la tarde.