2005-06-12 12:13:41

93º Conferencia Internacional del Trabajo:
“Solidaridad, justicia y paz pilares de la unidad de la familia humana”.


Sábado, 11 jun (RV).- "La solidaridad, la justicia y la paz deben ser los pilares sobre los que se debe construir la unidad de la familia humana". Con estas palabras - que Benedicto XVI pronunció el pasado 1 de mayo, dirigiéndose a los trabajadores - el arzobispo Silvano Tomasi, reiteró ante la 93º Conferencia Internacional del Trabajo, en Ginebra, la necesidad de que este organismo de la ONU siga impulsando una globalización de la solidaridad, con una atención especial para los más necesitados, eliminando los obstáculos que impiden el bien de toda la sociedad.

Señalando que la Delegación de la Santa Sede en esta Conferencia recuerda que “el desempleo es una verdadera catástrofe social", monseñor Tomasi añadió que “la creación de trabajos buenos para todos en un mundo sostenible es, desde hace mucho tiempo, una base común para un diálogo fructífero entre la Conferencia Internacional del Trabajo y la doctrina social de la Iglesia”. Haciendo hincapié en que “la dignidad de todo ser humano requiere que el acceso al trabajo se produzca en condiciones de seguridad personal, de salud, de sueldo adecuado y de ambiente seguro. El trabajo es un derecho y una expresión de la dignidad humana”.

El Observador Permanente de la Santa Sede en Ginebra recomendó también la necesidad de “llegar con mayor determinación a las categorías de trabajadores más vulnerables. Sólo una acción coherente contra el trabajo forzoso (...) puede erradicar este tipo de trabajo indigno, que no debería tener cabida en el mundo moderno. (...) Una señal importante del dinamismo continuo de la Conferencia Internacional del Trabajo es su compromiso constante contra el trabajo forzoso, así como su labor en pro de los sectores más marginados del mundo del trabajo".

Mons. Tomasi recordó asimismo que "el camino hacia un trabajo justo y una vida justa en un mundo donde la globalización de la solidaridad esté al alcance de todos, parte de los hombres y de las mujeres jóvenes y de la promoción de su empleo. Puesto que ofrecer buenos empleos para la gente joven se traduce en beneficios reales para toda la sociedad”.

En este contexto, el Arzobispo Tomasi puso de relieve que “la creatividad de los jóvenes, reforzada por una cultura técnica adecuada y por un sentido concreto de responsabilidad, compensa con creces su falta de experiencia y puede ofrecer incluso trabajos adicionales a través de las microempresas que pueden poner en marcha si se les conceden los préstamos oportunos".







All the contents on this site are copyrighted ©.