El Papa a los Obispos del África subsahariana: “La enseñanza tradicional de la Iglesia
ofrece el único modo seguro para prevenir la difusión del SIDA”
Viernes, 10 jun (RV).- “La enseñanza tradicional de la Iglesia ofrece el único modo
seguro para prevenir la difusión del SIDA”. Esta ha sido la afirmación de Benedicto
XVI recibiendo a un grupo de obispos de las Conferencias Episcopales de Sudáfrica,
Botswana, Swazilandia, Namibia y Lesoto, al término de su Visita “ad Limina Apostolorum”.
Considerando
la proveniencia de estos obispos que pertenecen a un área especialmente golpeada por
la pandemia del Sida, el Papa ha exhortado a los prelados a que continuamente hablen
a los fieles, especialmente a los jóvenes, de la alegría y serenidad que ofrece el
matrimonio cristiano y la fidelidad conyugal, y la protección garantizada de la castidad.
“Es
preocupante –dijo el Papa- comprobar que el tejido social africano, su fuente de esperanza
y estabilidad, está amenazado por el divorcio, el aborto, la prostitución, el tráfico
de seres humanos y la mentalidad anticoncepcional, porque todo ello contribuye a la
descomposición de la moral sexual. Hermanos obispos, comparto vuestra honda preocupación
por la devastación causada por el SIDA y las enfermedades derivadas. Especialmente
rezo por las viudas, los huérfanos, las jóvenes madres y por todos a quienes esta
cruel epidemia ha destrozado sus vidas. Os exhorto a continuar esforzándoos para luchar
contra este virus que no sólo mata sino que además compromete gravemente la economía
y la estabilidad social del continente”.
En su discurso, el Pontífice ha manifestado
a los prelados sudafricanos que “en un mundo lleno de tentaciones hay una gran necesidad
de sacerdotes que estén totalmente dedicados a su misión”. Y en este contexto, los
ha exhortado a asistir a estos sacerdotes ayudándoles a que el don del celibato nunca
se convierta en un peso.
Constatando que los católicos son una minoría en esta
región, Benedicto XVI ha subrayado que precisamente esta realidad presenta numerosos
retos a la Iglesia. Y por esta razón es esencial que los obispos promuevan la catequesis
para asegurar al pueblo de Dios que esté verdaderamente preparado para dar testimonio
de palabra y obra de las auténticas enseñanzas del Evangelio.