Benedicto XVI exhorta a “perseverar en el testimonio cristiano en el mundo de hoy”

Sábado, 4 jun (RV).- El Santo Padre Benedicto XVI ha exhortado a “perseverar en el testimonio cristiano en el mundo de hoy” a los numerosos fieles de la diócesis italiana de Verona, que han peregrinado a Roma en acción de gracias al finalizar su sínodo diocesano. Destacado encuentro eclesial –ha señalado el Papa- que ha culminado en el Año de la Eucaristía, proclamado por el Siervo de Dios Juan Pablo II, y que ha profundizado en el tema de la familia, tan importante en “las orientaciones pastorales de la Iglesia, tanto en Italia como en todo el mundo”.

En esta audiencia en el Aula Pablo VI, tras confirmar los vínculos de comunión que unen a la comunidad diocesana de Verona con la Sede Apostólica y evocando la última Encíclica de su Predecesor, el Sucesor de Pedro ha recordado que la diócesis veronesa, al igual que toda la Iglesia, debe vivir de la Eucaristía en todas sus expresiones. “Nuestra vida espiritual –ha dicho Benedicto XVI- depende esencialmente de la Eucaristía. Sin ella la fe y la esperanza se apagan y la caridad se enfría”.

Por ello, el Santo Padre ha alentado a cuidar cada vez más la calidad de las celebraciones eucarísticas, en especial las dominicales, con el fin de que el domingo sea verdaderamente el Día del Señor y confiera plenitud de significado a los quehaceres cotidianos. Y, ante los numerosos desafíos sociales y culturales del “actual momento histórico”, como el aumento del número de divorcios y de las uniones irregulares, Benedicto XVI ha hecho hincapié en la preocupación de la Iglesia por la tutela de la familia y la vida. “Ello constituye para los cristianos un llamamiento urgente a proclamar y testimoniar en toda su plenitud el evangelio de la vida y de la familia. La familia –así dice el Concilio Vaticano II- está llamada a ser ‘íntima comunidad de vida y de amor, porque se funda en el matrimonio indisoluble’”, ha indicado el Pontífice.

Al finalizar su discurso, el Papa se ha referido a la celebración, ayer, de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús –“única fuente inextinguible de amor”- y a la de hoy, en la que hacemos memoria del Corazón Inmaculado de María, encomendando a la Madre del Redentor el camino post-sinodal de la diócesis de Verona.