2005-05-15 13:03:23

Regina Coeli: “Que la Comunidad eclesiástica permanezca abierta a la acción del Espíritu Santo”


Domingo, 15 may (RV).- Benedicto XVI ha mostrado su felicidad, durante el rezo mariano del Regina Coeli, al recordar la importancia de la Celebración Eucarística de esta mañana, en la que ha ordenado a 21 nuevos sacerdotes, calificándolo como “un acontecimiento que marca un momento de crecimiento importante dentro de nuestra Comunidad”.

Tras finalizar la ceremonia de ordenación de los nuevos presbíteros, el Santo Padre subió a sus apartamentos privados para, como es tradicional, desde la ventana saludar a los miles de fieles congregados en la plaza y recitar el rezo mariano del Regina Coeli. Antes de hacerlo, el Pontífice quiso disculparse por el retraso, agradeciéndoles la comprensión mostrada.

“Se trata de un día de fiesta para la Iglesia de Roma. Y para los nuevos sacerdotes, se trata de forma especial de su Pentecostés – ha señalado el Papa - a ellos renuevo mi saludo y rezo para que el Espíritu Santo les acompañe siempre en su ministerio”

Tras haber dado gracias a Dios, el Obispo de Roma ha mostrado su alegría por la coincidencia de que en estas mismas fechas se celebre Pentecostés y la Ordenación de nuevos presbíteros, subrayando de esta forma “la unión indisoluble que existe en la Iglesia, entre el Espíritu y la institución”, como el propio Pontífice recordó el pasado sábado cuando tomó posesión de la Cátedra de Obispo de Roma en la basílica de San Juan de Letrán.

El Papa ha querido poner de manifiesto la importancia jugada por el Espíritu Santo, ya que “sin Él, la Iglesia quedaría reducida a una organización meramente humana, sofocada por su propia estructura, pero a su vez – continuaba el Pontífice – en los planes de Dios, el Espíritu se sirve normalmente de la mediación humana para actuar en la historia”.

“Por este motivo – explicaba el Papa durante el Regina Coeli – Cristo, que ha constituido su Iglesia sobre el fundamento de los Apóstoles, la ha enriquecido con el don del Espíritu, para que a través de los siglos la conforte y la guíe hacia le verdad completa (Jn 16,13). De ahí que el Obispo de Roma lanzara su deseo de que “la Comunidad eclesiástica permanezca siempre abierta a la dócil acción del Espíritu Santo para que sea entre los hombre signo creíble e instrumento eficaz de la acción de Dios”.

“Confiamos este auspicio a la intercesión de la Virgen María, que hoy contemplamos en el ministerio glorioso de Pentecostés – ha finalizado el Papa - El Espíritu Santo, que bajó a Nazaret para hacerla Madre del Verbo encarnado, ha bajado hoy sobre la Iglesia reunida entorno a Ella en el Cenáculo”.

Por último el Santo Padre señaló que sólo tenía dos idiomas en los que saludar, alemán e italiano. En alemán saludó a los jóvenes venidos desde la Comunidad de San Egidio en Alemania, pidiéndoles que confiaran en el Espíritu Santo; en italiano saludó a los fieles presentes deseando al final un buen domingo a todos.







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