Viernes, 1 abr (RV).- El inicio del que sería el 26º año de pontificado de Juan Pablo
II ha estado marcado por la preocupación en todo el mundo por la salud del Santo Padre,
que a pesar de su enfermedad y de su estado físico ha querido estar presente, en la
medida de lo posible, en todos los actos que se han celebrado hasta ahora, renunciando
bajo consejo médico, a algunas de sus apariciones. Karol
Wojtyła
no ha querido dejar de lado a los miles de fieles que, sobre todo en estos últimos
días, se han acercado a la plaza de san Pedro para mostrar su apoyo al Papa.
Todos tenemos en nuestra mente las imágenes de esta Semana Santa de un Juan Pablo
II sufriente que a pesar del dolor de su enfermedad, quiso pronunciar unas palabras
a la multitud que lo esperaba, pero según han informado colaboradores cercanos al
Pontífice, “la emoción le impidió pronunciar palabra alguna”.
El 1 de febrero de este año, Juan Pablo II fue trasladado al que él mismo llamó, el
Vaticano III, el hospital Gemelli de Roma, a causa de una laringo -traqueitis aguda,
como consecuencia de un resfriado. El Papa permaneció en el hospital en esta ocasión
hasta el 10 de febrero. Más adelante, el 24 de ese mismo mes, Juan Pablo II volvió
a ser ingresado en el hospital, por causa de una insuficiencia respiratoria que le
obligó a pasar por quirófano para practicarle una traqueotomía. El domingo 27 de febrero,
el Santo Padre no celebró la oración del Ángelus, pero sorprendiendo a todos, apareció
en la ventana del hospital bendiciendo a los fieles que allí se habían congregado.
No ha sido la única vez que el Papa se ha asomado a la ventana para saludar y bendecir
a los fieles, el domingo 6 de marzo y el viernes 9, un Juan Pablo II emocionado bendijo
a la multitud que le aclamaba. El viernes 11 de marzo, el mundo pudo ver al Papa presidir
la misa en su capilla privada. El 13 de marzo, el Papa regresa al Vaticano, asomándose
el 16 a su ventana para saludar y bendecir, aunque sin voz, a los emocionados fieles
que le aclamaban.
El domingo 20 de marzo, Domingo de Ramos, Juan Pablo II demostró una vez más su fuerza
interior, asomándose una vez más a la ventana de su apartamento en la plaza de san
Pedro del Vaticano. El viernes 25, el Papa sigue a través de la televisión el Via
Crucis que se está celebrando en el Coliseo. La última aparición de Juan Pablo II
se produjo el pasado miércoles 30 de marzo, saludando a los fieles y de forma simbólica
alzando la mano y bendiciéndoles. Poco después, el director de la Oficina de Prensa
de la Santa Sede anunció que se le había instalado una sonda al Santo Padre para ayudarle
a nutrirse.
Las últimas noticias han sido dadas esta mañana, cuando el mismo Navarro Valls anunciaba
que el Papa se encuentra “muy grave”. El próximo informe médico será a las 12:30.