Domingo, 6 feb (RV).- "La vida es un cruce de relaciones y las relaciones exigen que
podamos fiarnos los unos de los otros". Así inicia el Mensaje del Consejo Episcopal
Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana con ocasión de la XXVII Jornada por
la Vida.
Como ya anunciaba el Santo Padre en sus palabras antes del rezo del Ángelus, "Fiarse
de la Vida" es el lema de este año. "Según una difundida tendencia cultural, la vida
de los otros, no es digna de consideración y respeto como la propia - añade el mensaje
de los obispos italianos -. En particular no alcanza un respeto sagrado la vida por
nacer, escondida en el seno de una madre; ni la ya nacida, pero que es débil; ni la
vida del que no tiene a sus padres o que incluso los tiene, pero que están ausentes
y espera tenerles con el peligro de tener que esperar por un largo período de tiempo,
e incluso de no tenerles nunca”.
“Del mismo modo, continúan afirmando los obispos italianos en su mensaje para la Jornada
de la Vida, quien espera nacer, tiene el peligro de no ver nunca la luz; y quien espera
en una casa de acogida el abrazo de los padres, tiene el riesgo de vivir para toda
la vida con el deseo de un acontecimiento que nunca tendrá lugar”.
“Dejando de lado algunos modos de pensar y de vivir que niegan la vida de los otros,
que no se fían de la vida porque desconfían de los demás, sean quien sean. Y sin embargo:
“¡No es bueno que el hombre esté solo!” (Gen 2,18): la finalidad de la existencia
está en la relación. Con el Otro con mayúsculas, que nos ha creado, nos ama desde
siempre y para siempre, y tiene para nosotros como regalo la vida eterna. Y con los
otros, comenzando por los que tienen hambre y sed de vida y de relación: como el niño
que todavía no ha nacido o la multitud de niños sin padres".