El Santo Padre concede indulgencia plenaria por actos de veneración al Santísimo Sacramento
durante este año de la Eucaristía
Viernes, 14 ene (RV).- Con el fin de exhortar a los fieles durante este Año de la
Eucaristía a un conocimiento más profundo y un amor más intenso al inefable “Misterio
de la fe”, y para que obtengan cada vez más abundantes frutos espirituales, durante
la Audiencia concedida a los Moderadores de la Penitenciaría Apostólica el pasado
17 de diciembre, el Santo Padre ha querido enriquecer de Indulgencias algunos determinados
actos de culto y devoción al Santísimo Sacramento.
Así se anunció este viernes
en un Decreto de la Penitenciaría Apostólica, fechado el 25 de diciembre de 2004 y
firmado por el Cardenal James Francis Stafford y el Padre Gianfranco Girotti, respectivamente
Penitenciario Mayor y Regente de la Penitenciaría Apostólica.
En el Decreto
se anuncia que “se concede indulgencia plenaria según las condiciones habituales (confesión
sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice,
con el alma totalmente desprendida del afecto a cualquier pecado), cada vez que los
fieles participen con atención y piedad en una ceremonia sagrada o en un servicio
piadoso en honor del Santísimo Sacramento, expuesto solemnemente o conservado en el
tabernáculo”.
“También se concede, con las condiciones citadas anteriormente,
la indulgencia plenaria al clero, a los miembros de los Institutos de Vida Consagrada
y de las Sociedades de Vida Apostólica y a los otros fieles obligados por ley al rezo
de la Liturgia de las Horas, además de los que están acostumbrados a rezar el Oficio
Divino por pura devoción, cada vez que al final de la jornada recen ante el Señor
presente en el sagrario, o en común, o de forma privada, Vísperas y Completas”.
En
el Decreto se anuncia asimismo que “los fieles que por enfermedad u otras causas justas
no puedan visitar el Santísimo Sacramento de la Eucaristía en una iglesia u oratorio,
podrán conseguir la indulgencia plenaria en su propia casa o en cualquier lugar donde
se encuentren a causa del impedimento si con la intención de observar las tres condiciones
habituales, hacen espiritualmente la visita con el deseo del corazón y rezan el Padre
Nuestro y el Credo añadiendo una invocación piadosa a Jesús Sacramentado”. Y “si ni
siquiera pudieran hacerlo, obtendrán la indulgencia plenaria si se unen con deseo
interior a los que practican de forma ordinaria la acción prescrita para la indulgencia
y si ofrecen a Dios misericordioso la enfermedad y los problemas de su vida”.
El
Decreto también pide a los sacerdotes que desempeñan ministerio pastoral, sobre todo
a los párrocos, que, “teniendo presentes las ‘Sugerencias y propuestas’ indicadas
el 15 de octubre de 2004 por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina
de los Sacramentos, informen a los fieles de la forma más conveniente sobre esta saludable
disposición de la Iglesia y se preparen con espíritu disponible y generoso a confesarlos
y a guiarlos de forma solemne en las oraciones públicas ante Jesús Sacramentado”.
Y
por último, les pide que “al impartir la catequesis, exhorten a los fieles a testimoniar
abiertamente y a menudo su fe y veneración al Santísimo Sacramento tanto en las procesiones
y adoraciones eucarísticas como en la comunión espiritual y eucarística”.