Mensaje del Papa para la próxima Jornada de Oración para las Vocaciones
Sábado, 8 de enero (RV) Se ha hecho público hoy el mensaje del Santo Padre para la
próxima Jornada de Oración para las Vocaciones, la cuadragésimo primera Jornada, que
se celebrará el cuarto domingo de Pascua, el 17 de abril de 2005. “
Duc in altum
!” Al comienzo de la Carta apostólica
Novo millennio ineunte,
el Papa citaba las palabras con las que Jesús anima a los primeros discípulos a tirar
las redes para una pesca que sería milagrosa. Esta conocida escena evangélica sirve
de telón de fondo para la próxima Jornada de Oración para las Vocaciones, que lleva
por lema: «
Llamados a remar mar adentro
».
“La llamada de Cristo resulta especialmente actual en nuestro tiempo, en el que una
difusa manera de pensar -dice Juan Pablo II- propicia la falta de esfuerzo personal
ante las dificultades”. La primera condición para “remar mar adentro” requiere cultivar
un profundo espíritu de oración. La auténtica vida cristiana se mide por la hondura
en la oración. La orante unión con Cristo nos ayuda a descubrir su presencia incluso
en momentos de aparente desilusión, cuando la fatiga parece inútil, como les sucedía
a los mismos apóstoles.
Quien abre el corazón a Cristo no sólo comprende el misterio de la propia existencia,
escribe el Pontífice, sino también el de la propia vocación, y recoge espléndidos
frutos de gracia. Creciendo en santidad por un camino espiritual que, comenzando con
el don del Bautismo, prosigue hasta alcanzar la perfecta caridad. Viviendo el Evangelio,
señala el Santo Padre, el cristiano se hace cada vez más capaz de amar como Cristo.
Se esfuerza en perseverar en la unidad con los hermanos dentro de la comunión de la
Iglesia, y se pone al servicio de la nueva evangelización para proclamar y ser testigo
de la impresionante realidad del amor salvífico de Dios.
Dirigiéndose a los adolescentes y jóvenes, el Papa les repite la invitación de Cristo
a “remar mar adentro”. “Os encontráis en un momento en que tenéis que tomar una decisión
importante para vuestro futuro”, dice el Papa, que invita a los jóvenes a reflexionar
y a dar un ‘sentido’ pleno a su existencia. “Cada vez estoy más convencido -dice-
de que, en el ánimo de las nuevas generaciones es mayor la atracción hacia los valores
del espíritu, mayor el ansia de santidad. Los jóvenes necesitan de Cristo, pero saben
también que Cristo quiere contar con ellos.
Luego hablando a los padres, sacerdotes y educadores cristianos, les dice que Dios
ha confiado el quehacer peculiar de guiar a la juventud por el camino de la santidad.
“Sed para ellos ejemplo de generosa fidelidad a Cristo. Animadles a no dudar en “remar
mar adentro”. Ayudadles para que sepan discernir cuál es su camino, y lleguen a ser
verdaderos amigos de Cristo, que llama a unos a la vida familiar, y a otros a la vida
consagrada o al ministerio sacerdotal.
¡No olvidéis, además, -dice finalmente el Papa-, que hoy también se necesitan sacerdotes
santos, personas totalmente consagradas al servicio de Dios! Por eso querría repetir
una vez más: “Es necesario y urgente enfocar una vasta y capilar pastoral de las vocaciones
que llegue a las parroquias, los centros educativos, a las familias, suscitando una
reflexión más atenta a los valores esenciales de la vida, los cuales se resumen claramente
en la respuesta que cada uno está invitado a dar a la llamada de Dios, especialmente
cuando pide la entrega total de sí y de las propias fuerzas para la causa del Reino”.