Cartas Credenciales del nuevo Embajador de Cuba ante la Santa Sede
Sábado, 8 de enero (RV)“Me complace darle la bienvenida con motivo de la presentación
de la Cartas Credenciales que le acreditan como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario
de la República de Cuba ante la Santa Sede”, con estas palabras Juan Pablo II ha recibido
esta mañana a Raúl Roa Kourí, nuevo embajador de Cuba ante la Santa Sede. El Papa,
durante su discurso, ha querido dirigir también un saludo a Fidel Castro, Presidente
del Consejo de Estado y del Gobierno de la República, “al cual le ruego que exprese
mis deseos por su salud, así como mis votos por la prosperidad integral de la querida
Nación cubana”, ha afirmado el Pontífice.
El Obispo de Roma ha mostrado especial interés por los esfuerzos en lo que a la atención
sanitaria en Cuba se refiere, ya que, como ha recordado el Pontífice, “la Santa Sede
considera que asegurando estas condiciones se ponen algunos de los pilares del edificio
de la paz, la cual no es sólo la ausencia de guerra – ha recodado el Papa - sino el
poder disfrutar de la promoción humana integral, en la salud y el crecimiento armónico
del cuerpo y del espíritu, de todos los miembros de una sociedad”.
Una vez más el Santo Padre se ha lamentado por los obstáculos que “impiden la libre
comunicación e intercambio entre la Nación cubana y parte de la comunidad internacional”,
por lo que ha instado al nuevo embajador de Cuba ante la Santa Sede a afianzar “un
diálogo respetuoso y abierto con todas las condiciones necesarias para un auténtico
desarrollo”.
El Papa ha alabado también el espíritu solidario que caracteriza a la población cubana,
y el esfuerzo evangelizador de la Iglesia en este país. “Para que la acción de la
Iglesia en el seno del pueblo cubano llegue a ser más eficaz en orden a la promoción
del bien común – ha dicho Juan Pablo II - es conveniente que, en un ambiente de genuina
libertad religiosa (cf. Dignitatis humanae 13), pueda mantener e incrementar los vínculos
ya existentes de solidaridad con otras Iglesias hermanas”.
Por último y antes de otorgar sus bendiciones al cuerpo diplomático, el Santo Padre
ha recordado la importancia de la Iglesia en Cuba en lo que a la promoción de la dignidad
humana se refiere, instando a que se continúe por la vía del diálogo en este sentido,
evitando la conflictividad social.
Por su parte, el nuevo embajador de Cuba ante la Santa Sede ha recordado el importante
papel jugado por uno de sus predecesores, Luis Amado Blanco que, “con mesura y sabiduría,
ejerció como Decano del Cuerpo Diplomático cimentando y robusteciendo las relaciones
entre Cuba y el Vaticano”, ha explicado Roa, subrayando también el profundo respeto
que el Presidente de Cuba, Fidel Castro, profesa hacia el Papa.
Roa ha recordado la repoblación hecha en más de una ocasión por el Santo Padre por
“las medidas económicas restrictivas impuestas desde fuera del país al pueblo cubano”,
a lo que el nuevo embajador de Cuba ante la Santa Sede ha respondido criticando a
los países que ejercen políticas anti-cubanas, bloqueando la economía y el mercado
del país, lo que es, a juicio de Roa una violación de la Carta de la ONU y del Derecho
Internacional.
Asimismo el nuevo embajador de Cuba ante la Santa Sede ha querido mostrar al Papa
todos los logros hechos por los cubanos, demostrando “que se puede hacer mucho con
poco; logros en la educación, la investigación científica, la salud y la difusión
de las luces — ha explicado Roa — y en la utilización de las nuevas tecnologías de
la información y la comunicación al servicio de la sociedad, son prueba fehaciente
de ello”.
“Pero, sobre todo - destaca el embajador - al centro de nuestro proyecto están la
justicia social, el empeño por erradicar el racismo, la discriminación, la marginalización
y otras lacras heredadas del pasado colonial y neocolonial”. “A eso aspiramos quienes,
fundamos la república, los que aman y defienden su soberanía e independencia – ha
finalizado - y convertimos en nuestra ley primera el culto de los cubanos a la dignidad
plena del hombre”.