Oraciones en todo el mundo por las víctimas del maremoto
Miércoles, 5 enero (RV) Ante la magnitud de la tragedia que ha enlutado a la familia
humana - asolando a los hermanos del continente asiático - se multiplican consoladoras
acciones de solidaridad, que aúnan en la esperanza a todos los hombres de buena voluntad,
sin distinción de religión o grupo social. Como en Filipinas, donde el próximo viernes,
los cristianos y musulmanes filipinos se unirán en la oración por todas las víctimas
del maremoto del pasado 26 de diciembre.
Con esta iniciativa los cristianos y los musulmanes filipinos se adhieren a la jornada
de oración y luto nacional establecida por el gobierno de esta nación, para el próximo
7 de enero. La presidenta, Gloria Macapagal Arroyo, ha señalado que se ha elegido
el viernes al ser un día de oración tanto para los musulmanes como para los cristianos,
pues se trata del primer viernes del mes.
Mientras, las diócesis de filipinas siguen recogiendo ayuda para las zonas damnificadas
la semana pasada. Recordando que los últimos tifones, también en diciembre, han causado
estragos y más de mil quinientos muertos en este país, el Arzobispo de Davao y presidente
de la Conferencia Episcopal, ha destacado que a pesar de las dificultades sufridas,
“los filipinos tienen aún algo para compartir”.
En la India, los fundamentalistas hindúes alaban “la labor desempeñada por organizaciones
misioneras cristianas y musulmanas, que desarrollan un encomiable servicio humano”.
Confirmándose así que “estos difíciles momentos de desolación han unido a las personas
en el sufrimiento”, impulsando una “extraordinaria solidaridad interreligiosa entre
hindúes, cristianos y musulmanes que conviven en los campos de acogida sin discriminación
alguna”, como ha puesto de relieve Mons. Michael Augustine, Arzobispo de Pondicherry-Cuddalore,
en el Estado indio de Tamil Nadu.
De Tailandia llega también el testimonio de un jesuita español. “Esto es lo que puedo
decir: toda la nación está unida”, afirma el P. Alfonso de Juan, que desarrolla su
misión en este país desde hace cuarenta años.
El mismo misionero español señala que el superior de los jesuitas en Bangkok, P Martin
Suhartono, indonesio de origen chino, que habla varios idiomas, está ayudando como
intérprete en los hospitales de esta ciudad con numerosos heridos extranjeros.
De momento la ayuda prioritaria, recuerda el P. Alfonso, es atender a los que han
sobrevivido, a los heridos y traumatizados, e identificar y guardar el ADN de los
cadáveres, además de darles el descanso según su propia tradición religiosa. También
es urgente traer agua limpia para beber y remover cadáveres de los escombros.
En la zona de Bangkok, informa también el padre jesuita, en la Universidad de Thammasat
Rangsit cerca del aeropuerto, se ha instalado el centro para recibir a extranjeros
que llegan en busca de familiares o amigos. Las comunidades religiosas rezan por las
victimas. Hace algunos días, todas las religiones celebraron actos religiosos por
las victimas.