Conferencias Episcopales de todo el mundo inician actividades de ayuda al pueblo asiático
Domingo, 2 enero (RV) Prosigue sin desmayo la labor que por encargo del Santo Padre
realiza el Pontificio Consejo Cor Unum, a través de las correspondientes Representaciones
Pontificias, coordinando las ayudas de emergencia en Sri Lanka, India, Tailandia,
Indonesia y Somalia. En la Iglesia, como en todas partes del mundo, se impulsa unánime
un coro de solidaridad fraterna con respuestas concretas a los llamamientos de las
poblaciones golpeadas.
También la Conferencia Episcopal de la India - además de expresar su profundo dolor
y conmoción por el número creciente de víctimas el pasado domingo - se puso en marcha
inmediatamente para brindar ayuda y consuelo, después del espantoso maremoto y de
la consiguiente ola anómala que asoló las zonas costeras del Orissa, Andhra Pradesh,
Tamil Nadu, Kerala y las islas Andamane y Nicobare.
En esta desmesurada tragedia que además de los miles de muertos ha dejado a millones
de personas sin techo, los Obispos indios, espiritualmente unidos con todos los que
han sufrido en esta tragedia, brindan solidaridad y apoyo en este momento de necesidad.
El Secretario general de la Conferencia Episcopal de la India señala que todas las
instituciones católicas, incluidas las iglesias, han sido transformadas en lugares
de hospitalización para las víctimas de esta tragedia sin precedentes.
Medicinas, comida, mantas han sido recogidas y distribuidas entre los pobres. A todos
los sectores de la población, prescindiendo de la religión y la comunidad de pertenencia,
se les ofrece la asistencia provista por los equipos católicos de socorro, que trabajan
en colaboración también con organizaciones y estructuras públicas de la India.
Por su parte, la Conferencia Episcopal de Sri Lanka, sumándose al pesar profundo por
semejante dolor y devastación, asegurando también sus oraciones en favor de "las personas
afligidas por la pérdida de seres queridos -padres e hijos-, los heridos y quienes
han perdido sus hogares, señala que - como ponen de relieve las Sagradas Escrituras
(Salmo 145-146) - nunca estamos abandonados a nosotros mismos, y los sucesos de estos
días no están dominadas por el caos o el destino.
Los prelados de Sri Lanka dirigen un llamamiento "a todos los que se encuentran en
las zonas perjudicadas para que mantengan la calma, respeten la ley y resistan a la
tentación del pillaje y no se aprovechen de las desgracias de otros". Los Obispos
de Sri Lanka piden a los que no se han visto envueltos en la catástrofe que "proporcionen
ayuda material y económica, así como asistencia psicológica a las víctimas". A las
asociaciones católicas, exhortan a rezar "para pedir al Señor que otorgue a nuestro
pueblo la valentía y la determinación para superar esta calamidad".
Entre las numerosas iniciativas, también en España, el obispo de Teruel, Mons. José
Manuel Lorca Planes, pidió a sus diocesanos que, “ante el tremendo drama humano que
se está viviendo en las zonas afectadas por el maremoto que ha tenido lugar en el
Sudeste Asiático”, invitó a sus diocesanos “a manifestar su comunión afectiva y efectiva
con los que sufren y a prestarles una generosa ayuda y colaboración”.
Concretamente, el obispo determinó que en todas las celebraciones religiosas de Navidad
“se rece de manera especial por los muertos y desaparecidos, por los heridos, por
cuantos sufren la pérdida de seres queridos y por todos los afectados en la destrucción
de recursos materiales y económicos”.
Además, el prelado turolense pidió que en todas las comunidades “se realice una colecta
especial a favor de las víctimas del maremoto, que se canalizará a través de Caritas
Diocesana”. Pidió también que se aproveche la fiesta de los Santos Reyes “bien renunciando
en su favor a todos o a parte de los regalos, bien haciendo en su favor un donativo
de cuantía similar a lo que gastamos en un regalo a familiares o amigos”.