Con el inicio de un nuevo año se pone el broche final al decenio Internacional de
las Naciones Unidas de las Poblaciones Indígenas del Mundo
Domingo, 26 dic (RV) Este año que dejamos pone punto y final al Decenio Internacional
de las Poblaciones Indígenas del Mundo establecido por la Conferencia Mundial de Derechos
Humanos (Viena, 1993). El tema principal durante estos últimos diez años ha sido “Las
poblaciones indígenas: la colaboración en acción", con el objetivo de fortalecer la
cooperación internacional para la solución de los problemas con que se enfrentan los
indígenas en esferas como los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo,
la educación y la salud. Además, otro de los objetivos fundamentales del Decenio consiste
en educar a las sociedades indígenas y no indígenas acerca de la situación, las culturas,
las lenguas, los derechos y las aspiraciones de las poblaciones indígenas.
El programa de actividades del Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas
del Mundo reconoce el valor y la diversidad de las culturas y formas de organización
social de esas poblaciones y su contribución al progreso socio-económico, cultural
y ecológico de todos los países del mundo. En este sentido, la UNESCO reitera su preocupación
por el más amenazado de todos los grupos culturales: las poblaciones indígenas del
mundo. Hay unos 350 millones de indígenas en más de 70 países de todo el mundo que
hablan lenguas autóctonas, que están marginados y que frecuentemente se ven privados
de los derechos humanos fundamentales, comprendidos los derechos culturales. En este
contexto, los programas de la UNESCO apoyan las iniciativas de las propias poblaciones
indígenas, ayudándolas a crear sus propias plataformas de defensa y a sensibilizar
a la población en general
En este sentido, la Iglesia a través de la Pastoral indígena nacional comprende un
amplio abanico de acciones, siempre buscando que los indígenas sean agentes de su
propia evangelización y gestores de su propio desarrollo, para defender sus derechos,
promover sus lenguas, apreciar y respetar sus culturas, así como promover ayudas en
alimentación, huertos familiares, cajas de ahorro, agro ecología, medicina alternativa,
comercialización de productos, etc. En los últimos diez años, entre sus actividades,
es especialmente valiosa la promoción que realiza esta Comisión Episcopal, por los
distintos rumbos de México, promoviendo o despertando la conciencia de toda clase
de agentes de pastoral, por medio de talleres anuales a nivel nacional, separados
con laicos, seminaristas, religiosas, sacerdotes y obispos.
Recientemente, los Obispos del Sínodo de América han propuesto y con ellos el Santo
Padre enseña que “hay que erradicar todo intento de marginación entre las poblaciones
indígenas. Ello implica, en primer lugar, que se deben respetar sus tierras y los
pactos contraídos con ellos; igualmente, hay que atender a sus legítimas necesidades
sociales, sanitarias y culturales, subraya Juan Pablo II. Habrá que recordar la necesidad
de reconciliación entre los pueblos indígenas y las sociedades en que viven”.
Mientras se sigue avanzando en cambios positivos hacia la defensa de los pueblos indígenas,
la amenaza de extinción se cierne aún sobre las culturas de las poblaciones indígenas.
En total, estas poblaciones suman unos 350 millones de personas repartidas en más
de 70 países del mundo y representan más de 5.000 lenguas y culturas. Por este motivo
la celebración de este día internacional ofrece la ocasión de celebrar la riqueza
de las culturas indígenas y la contribución de los pueblos indígenas a la humanidad.
Pero no obstante, lo más importante es que también da la oportunidad, a los hombres
y mujeres de mundo entero, para recapitular sobre la situación de los pueblos indígenas
en el mundo de hoy y los esfuerzos que quedan por hacer para mejorar sus vidas.
Un paso importante en la defensa de los derechos de las poblaciones indígenas fue
la decisión tomada en 2000 por la Comisión de Derechos Humanos, que adoptó la resolución
que establece el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, que fue apoyada por
el Consejo Económico y Social el 28 de julio de 2000 (Resolución 2000/22). Su mandato
es examinar las cuestiones relativas al desarrollo económico y social, la cultura,
el medio ambiente, la educación, la salud y los derechos humanos de los pueblos indígenas.
El responsable de los Pueblos Indígenas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
por los Derechos Humanos, Julian Burger, destacó en una entrevista concedida al Forum
Barcelona 2004 los triunfos alcanzados y retos pendientes de estos últimos 10 años
de trabajo. Entre los primeros, el Sr. Burger subraya la creación del Foro Permanente
de los Pueblos Indígenas, “triunfo porque les convierte en interlocutores autorizados
en foros internacionales. Pero también hay una parte negativa, la lenta elaboración
de la Declaración Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Por todos estos pueblos indígenas en el mundo tenemos que seguir trabajando porque
forman parte de nuestra propia cultura gracias a su bagaje a través de los siglos,
no podemos permitir que se pierdan estas culturas ancestrales, de ahí que a pesar
de que se haya puesto punto y final a este decenio, todos tenemos que seguir trabajando
para que estas culturas no se pierdan.