2005-01-03 12:10:52

Acabado este 2004, cada cuatro segundos se sigue produciendo una muerte por hambre en el mundo


Martes, 28 dic (RV) En el mundo 852 millones de personas pasan hambre diariamente, es decir más del 30 por ciento de la población mundial, pero no todos de forma igual, porque de estos más de ochocientos millones de personas hambrientas, casi la totalidad pertenecen a países en vías de desarrollo, como denuncia la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). No podemos olvidar que cada cuatro segundo se produce una muerte por hambre y que cada año seis millones de niños menores de 5 años mueren por hambre, además, cada año 20 millones de lactantes nacen con insuficiencia de peso en el mundo en desarrollo.

La FAO denuncia las pocas iniciativas adoptadas para paliar el hambre en el mundo, “si bien los recursos necesarios para evitar con eficacia esta tragedia humana y económica son minúsculos en comparación con los beneficios de invertirlos en esta causa”, afirma este organismo de la ONU.

Precisamente un compromiso de este calibre se tomó en 2000, cuando 189 países se comprometieron ante Naciones Unidas a reducir a la mitad para 2015, el número de personas que viven en la extrema pobreza, para ello, los países adoptaron un paquete de medidas conocidas como Objetivos de Desarrollo del Milenio, cuyo primer objetivo era y es conseguir el acceso universal para las niñas a la educación primaria y secundaria en 2005, meta que aún está muy lejos e ser alcanzada.

En 1970 los países más ricos se comprometieron a destinar el 0,7% de su PIB en ayuda al desarrollo. 34 años más tarde, tan sólo cinco de los 22 países donantes lo ha cumplido. Un informe de Intermon Oxfam desvela que entre estos países no se encuentra ninguno de los miembros del G8 ( Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón, y Rusia), y que en muchos casos el porcentaje que éstos destinan a la cooperación, ha disminuido alcanzando “cifras irrisorias” según el informe de Oxfam. Durante este año, sólo España y Reino Unido han establecido plazos para alcanzar ese 0’7% mientras otros países donantes no han establecido fechas.

Esta misma denuncia la ha lanzado la FAO, añadiendo que esta falta de confianza en los países en vías de desarrollo es contraproducente, porque sí es posible un avance en estas zonas del globo, así, el informe de este organismo de la ONU desvela que más de treinta países - Angola, Benín, Chad, Chile, Costa Rica, Cuba, Gabón, Ghana, Guinea, Guyana, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Haití, Indonesia, Jamaica, Kuwait, Lesotho, Malawi, Mauritania, Mozambique, Myanmar, Namibia, Nigeria, Perú, República del Congo, Siria, Tailandia, Uruguay y Vietnam – que comprenden casi la mitad de la población del mundo en desarrollo, no sólo han ofrecido pruebas de que un rápido progreso es posible, sino también han dado lecciones de cómo lograrlo, reduciendo su porcentaje de víctimas del hambre por lo menos de un 25%. En África Subsahariana la proporción de personas desnutridas “cayó del 36% - cifra que se mantenía desde el periodo 1990- 1991, al 33%”.

Para cumplir los objetivos de la Cumbre Mundial sobre Alimentación y los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la FAO recomienda que los países adopten programas a gran escala para promover principalmente la agricultura y el desarrollo rural, de los cuales dependen los medios de subsistencia de la mayoría de las personas pobres y que pasan hambre, dando también prioridad a las medidas que tengan un impacto inmediato en la seguridad alimenticia de millones de personas vulnerables.
La Declaración sobre el Progreso y el Desarrollo en lo Social precisaba, en 1969, que es necesaria “la eliminación del hambre y la malnutrición y la garantía del derecho a una nutrición adecuada”. Asimismo, la Declaración universal para la eliminación definitiva del hambre y de la malnutrición, aprobada en 1974, dice que toda persona tiene el derecho inalienable de ser liberada del hambre y de la malnutrición para poder desarrollarse plenamente y conservar sus facultades físicas y mentales.

En este sentido y para combatir la pobreza el Vaticano se ha demostrado como uno de los pilares más fuertes junto a innumerables asociaciones de voluntariado, católicas y laicas, que día a día, todos juntos luchan contra esta pandemia que azota al mundo. La Iglesia, por tanto, hace un llamamiento a todos los hombres de buena voluntad a realizar esa tarea de titanes.

El Concilio Vaticano II afirmaba: “Habiendo como hay tantos oprimidos actualmente por el hambre en el mundo, el sacro Concilio urge a todos, particulares y autoridades, a que recuerden aquella frase de los Padres: " Alimenta al que muere de hambre, porque, si no lo alimentas, lo matas ". Esa advertencia solemne invita a comprometerse firmemente en la lucha contra el hambre”. A través de estas palabras se expresaba el arzobispo Paul Josef CORDES, Presidente Pontificio Consejo Cor Unum, sobre “El hambre en el mundo, un reto para todos: desarrollo solidario”. Porque como dice en su mensaje final: el hambre es un reto que tenemos que afrontar todos juntos.







All the contents on this site are copyrighted ©.