Mensaje de Navidad: reforzar todos los esfuerzos de diálogo y reconciliación en África, Irak y Tierra Santa

Sábado, 25 dic (RV), - Paz , ante tantas formas de creciente violencia y causa de indecibles sufrimientos en el mundo, y Paz en especial en la región sudanesa de Darfur, en Costa de Marfil, en la región de los Grandes Lagos, y sobre todo en Irak. Esta ha sido la súplica al único Redentor del hombre, del Pontífice en su mensaje al mundo en la Solemnidad de la Navidad del Niño de Belén. Lo ha pedido al Niño Jesús, el Papa este mediodía en su Mensaje de Navidad pronunciado en la plaza de san Pedro y transmitido a 72 Países del mundo.

En una lluviosa jornada en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II ha pedido “ante el pesebre donde yace indefenso” el profeta de la Paz, “que se apaguen tantos focos de tensión , que corren el riesgo de degenerar en conflictos abiertos; que se consolide la voluntad de buscar soluciones pacíficas , respetuosas de las legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos”.

“Niño de Belén, Profeta de paz, alienta las iniciativas de diálogo y de reconciliación , apoya los esfuerzos de paz que aunque tímidos, pero llenos de esperanza, se están haciendo actualmente por un presente y un futuro más sereno para tantos hermanos y hermanas nuestros en el mundo. Pienso en África, en la tragedia de Darfur en Sudán, en Costa de Marfil y en la región de los Grandes Lagos. Con gran aprensión sigo los acontecimientos de Irak”.

Juan Pablo II ha insistido constantemente a lo largo de su Mensaje en la necesidad que por doquier existe de paz y ha implorado al príncipe de la verdadera paz que nos ayude “a comprender que la única vía para construirla es huir horrorizados del mal y buscar siempre y con valentía el bien”.

Después tras el Mensaje a todos los pueblos de la tierra, el Papa ha felicitado las fiestas navideñas en 62 lenguas, entre ellas en español.

¡Feliz Navidad! Que la Paz de Cristo reine en vuestros corazones, en las familias y en todos los pueblos.

A mediodía, en el mismo lugar, delante de la fachada de la Basílica Vaticana, el Pontífice ha impartido su Bendición Urbi et Orbi.

Mensaje URBI ET ORBI del Santo Padre JUAN PABLO II
(Navidad, 25 de diciembre de 2004)

1. Christus natus est nobis, venite, adoremus!
¡Cristo ha nacido por nosotros, venid, a adorarlo!
Vamos hacia Ti, en este día solemne,
dulce Niño de Belén,
que al nacer has escondido tu divinidad
para compartir nuestra frágil naturaleza humana.
Iluminados por la fe, Te reconocemos
como verdadero Dios encarnado por amor nuestro.
¡Tú eres el único Redentor del hombre!

2. Ante el pesebre donde yace indefenso,
que cesen tantas formas de creciente violencia ,
causa de indecibles sufrimientos;
que se apaguen tantos focos de tensión ,
que corren el riesgo de degenerar en conflictos abiertos;
que se consolide la voluntad de buscar soluciones pacíficas ,
respetuosas de las legítimas aspiraciones de los hombres y de los pueblos.

3. Niño de Belén, Profeta de paz,
alienta las iniciativas de diálogo y de reconciliación ,
apoya los esfuerzos de paz que aunque tímidos,
pero llenos de esperanza, se están haciendo actualmente
por un presente y un futuro más sereno
para tantos hermanos y hermanas nuestros en el mundo.
Pienso en África, en la tragedia de Dafur en Sudán,
en Costa de Marfil y en la región de los Grandes Lagos.
Con gran aprensión sigo los acontecimiento de Irak.
Y ¿cómo no mirar con ansia compartida,
pero también con inquebrantable confianza,
a la tierra de la que Tú eres Hijo?

4. ¡ Por doquier se ve la necesidad de paz !
Tú, que eres el Príncipe de la verdadera paz,
ayúdanos a comprender que la única vía para construirla
es huir horrorizados del mal
y buscar siempre y con valentía el bien.
¡Hombres de buena voluntad de todos los pueblos de la tierra,
venid con confianza al pesebre del Salvador!
“No quita los reinos humanos
quien da el Reino de los cielos” (cf. himno litúrgico).
Llegad para encontraros con Aquél
que viene para enseñarnos
el camino de la verdad, de la paz y del amor.