Audiencia General: el gran misterio de Dios, que nace de la Virgen María para compartir
nuestra frágil condición humana y traer la salvación para todo el mundo
Miércoles, 22 dic (RV).- Contemplamos la ternura del gran misterio de Dios, que nace
de la Virgen María “para compartir nuestra frágil condición humana y traer la salvación
para todo el mundo. Su misión será reunir a todos los hombres y pueblos en la gran
familia de los hijos de Dios”.
Juan Pablo II ha deseado hoy que todos vivan profundamente el valor y el significado
del nacimiento de Jesús, que trae la salvación al mundo entero y cuya misión es la
de reunir a los hombres y pueblos en la única familia de los hijos de Dios. En el
Aula Pablo VI - en la Audiencia General de este miércoles que precede la Navidad -
en la que destacaba un alegre clima navideño animado con villancicos en varias lenguas,
el Santo Padre ha dedicado su catequesis al gran misterio de Dios que se hace hombre
para compartir nuestra frágil condición humana.
Tras recordar que en este tiempo de inmediata preparación a las fiestas navideñas,
los creyentes de todos los rincones de la tierra invocan constantemente la venida
de Jesús, siguiendo lo que nos propone la liturgia, Juan Pablo II se ha referido asimismo
a las “Antífonas de la O”, que se cantaron en este mismo encuentro del Papa con numerosos
peregrinos que han acudido de tantos países para escucharle.
Antífonas en las que el Mesías se invoca con títulos bellos y significativos tomados
de la tradición bíblica. “Rey de las naciones”, “Deseado de los pueblos”, “Piedra
angular, que reúne a los pueblos”. El Papa ha recordado que en el “Misterio de la
Navidad se nos permite contemplar un ‘salto de cualidad’ en la historia de la salvación.
Al hombre que, con el pecado se había alejado del Creador, se le ofrece en Cristo
el don de una comunión nueva y plena con Él. Se reenciende así en su corazón la esperanza,
al tiempo que se vuelven a abrir las puertas del paraíso”.
Este fue el don navideño que Juan Pablo II ha deseado a todos, en sus palabras en
italiano: “Queridísimos hermanos y hermanas, que la celebración de la Navidad ya cercana
constituya para todos una ocasión propicia para vivir profundamente el valor y el
significado del gran evento del nacimiento de Jesús. Éste es mi deseo para vosotros,
que participáis en esta Audiencia General, para vuestros familiares y para vuestras
comunidades. ¡Feliz Navidad!”
Este ha sido el resumen de la catequesis del Santo Padre en español para los peregrinos
de nuestra lengua presentes en el Aula Pablo VI, realizado por Mons. Vicente Juan
Segura, de la Secretaría de Estado:
En estos días de preparación a las fiestas navideñas, la liturgia nos propone a menudo
la invocación "Ven Señor Jesús".
En Navidad contemplaremos el gran misterio de Dios, hecho hombre en el seno de la
Virgen María. Él nace
para compartir nuestra frágil condición humana
! Viene en medio a nosotros y trae la salvación para todo el mundo. Su misión será
reunir a todos los hombres y pueblos en la gran familia de los hijos de Dios.
Al hombre, que con el pecado se había alejado del Creador, se le ofrece en Cristo
el don de una nueva y más plena comunión con Él. Se enciende de nuevo en su corazón
la esperanza, a la vez que se abren otra vez las puertas del paraíso a la humanidad.
Luego, el Santo Padre ha saludado, también este miércoles, a los peregrinos en distintas
lenguas. Éstas han sido sus palabras en español:
Saludo con afecto a los peregrinos y familias de lengua española. En especial a los
peregrinos de México y Puerto Rico. Que la celebración de la Navidad sea una ocasión
propicia para vivir el valor y el significado del Nacimiento de Jesús. Muchas gracias
por vuestra atención y felices fiestas.
Dirigiéndose a un grupo de peregrinos de Ucrania, el Papa les ha deseado que la solemnidad
de la Navidad llene sus corazones de alegría evangélica e inspire el compromiso de
los ucranios en favor de la construcción de la civilización del amor.
En polaco, Juan Pablo II se ha referido a un villancico de su tierra natal. “Dios
nace, las potencias tiemblan, Dios de los cielos revelado...” Cada año - ha señalado
el Santo Padre – las palabras de este canto navideño “nos hablan con nuevo poder.
Nos llenan de alegría y de paz”.
A los peregrinos de Polonia presentes en esta audiencia, a sus connacionales y a
los polacos que viven en el exterior, Juan Pablo II les ha deseado que “la solemnidad
de la Navidad sea un tiempo para redescubrir la fe; de crecimiento en el amor y de
nuevo despertar de la esperanza”. Con el anhelo de que “la paz y la alegría de la
noche de Belén more por siempre en los corazones de todos”.
En sus saludos en italiano, el Papa se ha dirigido también a los responsables de la
Comunidad de San Egidio y los artistas del Circo Moira Orfei. Tres de ellos, dos jóvenes
y un niño, conquistaron el interés y las sonrisas del Santo Padre con un número de
equilibrismo. Antes de finalizar esta audiencia, el Santo Padre ha deseado a los
jóvenes, a los enfermos y a los recién casados que “el Señor, que viene a visitarnos
en el misterio de la Navidad, brinde a todos consuelo y esperanza”.