El Papa invita a la Fundación Centesimus Annus a afrontar las grandes cuestiones de
la humanidad con visión límpida
Sábado, 4 dic (RV).- “La Doctrina Social de la Iglesia es más evocada que conocida”.
Lo ha dicho hoy el Papa a los participantes en el Congreso de la Fundación vaticana
Centesimus Annus - Pro Pontefice, a los que ha invitado a afrontar las grandes cuestiones
de la humanidad con visión límpida.
En ocasión del anual Convenio de la Fundación
vaticana “Centesimus Annus - Pro Pontifice”, Juan Pablo II ha recibido esta mañana
a los socios de esta venerable institución, que intenta conjugar el apoyo concreto
a la actividad del Papa y la Santa Sede con la difusión de las enseñanzas de la Iglesia,
a cerca de las grandes cuestiones sociales que los cristianos están llamados a afrontar
a la luz y con la fuerza del Evangelio de Jesús.
La reflexión de este año
se ha centrado en el Compendio de la Doctrina social de la Iglesia recientemente publicado
y sobre cuyo texto, el Santo Padre ha dicho que “constituye un instrumento puesto
al día para el conocimiento de la Doctrina Social católica, que ha dado a través del
tiempo respuestas significativas a los problemas complejos de una sociedad como la
actual, en rápido y difícil desarrollo”.
“Mucho queda por hacer para que esta
aportación tan rica de la enseñanza eclesial se convierta en coherente criterio de
juicio y en convencida fuerza inspiradora de la acción social de los cristianos”,
ha dicho el Papa. “Una doctrina más evocada que conocida”. Es por tanto, necesario
-ha dicho-, relanzar la acción social de la Iglesia de una manera “puntual, motivada
y completa, como elemento que caracteriza la espiritualidad del fiel laico”.
Juan
Pablo II ha exhortado a la Fundación “Centesimus Annus - Pro Pontífice” a que afronte
las grandes cuestiones de la humanidad con visión límpida y que lleve a término esta
finalidad siguiendo los estatutos recientemente renovados a diez años de su fundación
y en consonancia sobre todo “con las grandes cuestiones que afectan a la humanidad
a nivel mundial, en un contexto cada vez más global e interdependiente”
“La
Doctrina social de la Iglesia -ha dicho finalmente el Santo Padre- ilumina con la
luz de la Revelación los valores fundamentales de una convivencia humana, ordenada
y solidaria, sacándolos de los oscurantismo y la ambigüedad. Y los cristianos laicos,
abiertos a la acción de la gracia de Dios, son los instrumentos vivos para que estos
valores puedan llegar a permanecer eficazmente en la historia”.