Los Siervos del Sufrimiento muestran «que Dios no olvida ninguna lágrima, sino que
las recoge todas y las escribe en su libro»
Jueves, 2 dic (RV).- Ante «la nube de dolor físico y espiritual que envuelve a la
humanidad» el Papa anima al Instituto Secular de los Siervos del Sufrimiento, nacido
por voluntad de Padre Pío, a perseverar en el carisma siempre actual de este santo.
Juan
Pablo II ha recibido asimismo al fundador y a numerosos miembros del Instituto Secular
Siervos del Sufrimiento, que nació, hace diez años, – como ha recordado el mismo Pontífice
– por expreso deseo de san Pío de Pietrelcina, con el fin de servir a cuantos sufren
física y espiritualmente.
«Mirando la nube de dolor físico y espiritual que
envuelve a la humanidad, cuán necesario es vuestro testimonio», ha exclamado el Papa,
tras manifestar su «profundo aprecio por la labor que los Siervos del Sufrimiento
desarrollan en Italia y en otros países, siguiendo a Cristo que con su Pasión ha redimido
al mundo».
Después de haber saludando al fundador de este Instituto, Mons.
Pietro Galeone, y al arzobispo de la ciudad italiana de Taranto, que encabezaba este
grupo de 180 Siervos del Sufrimiento, Juan Pablo II ha animado a todos a proseguir
en este apostolado, como «silenciosos ‘cireneos’ que ayudan a todos los que están
en la prueba», mostrando «que Dios no olvida ninguna lágrima, sino que las recoge
todas y las escribe en su libro» (cfr Salm 56, 9).
«¡Seguid las huellas de
Padre Pío, cuyas enseñanzas son siempre de gran actualidad. Inspiraos en ellas constantemente.
Sed, como él, apóstoles de la oración y del sufrimiento!», ha enfatizado el Papa,
reiterando asimismo que «la oración ilumina el corazón y lo sostiene en el sufrimiento,
en dócil entrega a Dios, abriéndose a la comprensión del dolor del prójimo».