«Pasión por Cristo y pasión por la humanidad». Con este lema, a partir del martes
y hasta el sábado, se celebra en Roma el Primer Congreso Mundial de la Vida Consagrada,
con la participación de 850 religiosas y religiosos en representación de más de un
millón de consagrados de todo el mundo.
Organizado por las dos Uniones Internacionales
de superioras y superiores, esta cita parte con una mirada atenta a la realidad de
la Vida Consagrada, en el actual momento de la historia de la humanidad y de la Iglesia,
discerniendo la acción del Espíritu. En este Congreso se profundizará sobre cómo responder
a los desafíos, analizando los pasos cumplidos hasta estos días. Asimismo, los organizadores
de este encuentro subrayan que el mismo quiere ser un gran diálogo. Queremos – afirman
- «ser dóciles a la voz de Dios, a las enseñanzas de nuestro Maestro, Jesús, y a
los impulsos del Espíritu que constantemente abre horizontes nuevos y lanza a etapas
nuevas de evangelización. Queremos ser dóciles a las interpelaciones de la Iglesia,
atentos a las necesidades de la sociedad actual y por supuesto de la Vida consagrada».
Con
estos objetivos, los participantes en este Congreso - representantes de la vida consagrada
mundial – quieren «escuchar esas voces desde una perspectiva intercultural, con la
sensibilidad inclusiva de hombres y de mujeres; con la experiencia que se adquiere
en los diversos servicios de la vida consagrada tales como los de superioras y superiores
generales, presidentes de las conferencias nacionales o continentales, teólogos o
teólogas, directores de los centros de reflexión teológica, editores de revistas sobre
la vida consagrada». También los religiosos jóvenes presentes «contribuirán con su
entusiasmo fiel y con su mayor sintonía con los valores del momento cultural actual».
todos desean continuar la reflexión y discernimiento desplegados con motivo del sínodo
de la vida consagrada y descubrir también “lo nuevo” que el espíritu santo está haciendo
nacer (is 43, 18-19) al inicio del tercer milenio. (vc 13).