2004-11-18 13:57:42

Junto a líderes religiosos de Azerbaiyán el Papa hace un llamamiento a terminar con la violencia homicida


“Musulmanes, judíos y cristianos, juntos nos dirigimos, en nombre de Dios y de la civilización, a la humanidad para que termine la violencia homicida y se recorra el camino del amor y de la justicia para todos”. Éste es el camino de las religiones que ha descrito Juan Pablo II en un llamamiento que ha hecho hoy junto a los jefes religiosos de Azerbaiyán, a quienes ha recibido en audiencia.

La visita del jefe de la presidencia de los musulmanes en el Cáucaso, el obispo de Baku y de la Región del Caspio, de la Iglesia ortodoxa rusa y el jefe de la comunidad de los judíos de la montaña, es una visita que se presenta como un símbolo para el mundo, como ha subrayado el Papa, “la demostración de que la tolerancia es posible y constituye un valor de la civilización que establece las premisas para un desarrollo humano, civil y social más amplio y solidario”.

El Santo Padre ha insistido de nuevo en que “nadie tiene el derecho de presentar o usar las religiones como instrumento de intolerancia, como medio de agresión, de violencia y de muerte. Por el contrario, si la amistad y la estima recíproca es además sostenida por el compromiso de tolerancia de los gobernantes, constituye un rico recurso del auténtico progreso y de la paz”.

El Pontífice ha elogiado la constante abnegación del jefe de la presidencia de los musulmanes del Cáucaso y sus esfuerzos por construir la paz en una región donde, por desgracia, continúan los enfrentamientos violentos. También ha tenido palabras de aprecio el Papa hacia la Comunidad de los judíos de la Montaña, una antigua comunidad, que en un contexto de mayoría musulmana, constituye un ejemplo de coexistencia y colaboración fraterna.

Augurando paz y prosperidad para el pueblo azerbaiyano, el Santo Padre ha expresado su ferviente deseo de que regrese plenamente la paz a Azerbaiyán, con la resolución de la cuestión de Nagorno-Karabaj a través de la mutua búsqueda de recíproca apertura y de comprensión, y con espíritu de verdadera reconciliación.

Esta visita de los jefes religiosos de Azerbaiyán ha dado la oportunidad a Juan Pablo II de recordar la visita que realizó al país en 2002 y al fallecido presidente Heydar Aliev de quien ha subrayado su gran cordialidad y el gran orgullo con el que ensalzaba la tolerancia que constituye el corazón de la vida de la nación.

La Santa Sede difundió también una declaración del portavoz, Joaquín Navarro Valls, quien manifestó que los líderes religiosos de Azerbaiyán, país en el que existe una minoría de unos 300 católicos, habían transmitido a Juan Pablo II su "compromiso constante de colaboración en favor de la paz y la convivencia pacífica" entre las diferentes creencias.







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