Junto a líderes religiosos de Azerbaiyán el Papa hace un llamamiento a terminar con
la violencia homicida
“Musulmanes, judíos y cristianos, juntos nos dirigimos, en nombre de Dios y de la
civilización, a la humanidad para que termine la violencia homicida y se recorra el
camino del amor y de la justicia para todos”. Éste es el camino de las religiones
que ha descrito Juan Pablo II en un llamamiento que ha hecho hoy junto a los jefes
religiosos de Azerbaiyán, a quienes ha recibido en audiencia.
La visita del
jefe de la presidencia de los musulmanes en el Cáucaso, el obispo de Baku y de la
Región del Caspio, de la Iglesia ortodoxa rusa y el jefe de la comunidad de los judíos
de la montaña, es una visita que se presenta como un símbolo para el mundo, como ha
subrayado el Papa, “la demostración de que la tolerancia es posible y constituye un
valor de la civilización que establece las premisas para un desarrollo humano, civil
y social más amplio y solidario”.
El Santo Padre ha insistido de nuevo en que
“nadie tiene el derecho de presentar o usar las religiones como instrumento de intolerancia,
como medio de agresión, de violencia y de muerte. Por el contrario, si la amistad
y la estima recíproca es además sostenida por el compromiso de tolerancia de los gobernantes,
constituye un rico recurso del auténtico progreso y de la paz”.
El Pontífice
ha elogiado la constante abnegación del jefe de la presidencia de los musulmanes del
Cáucaso y sus esfuerzos por construir la paz en una región donde, por desgracia, continúan
los enfrentamientos violentos. También ha tenido palabras de aprecio el Papa hacia
la Comunidad de los judíos de la Montaña, una antigua comunidad, que en un contexto
de mayoría musulmana, constituye un ejemplo de coexistencia y colaboración fraterna.
Augurando
paz y prosperidad para el pueblo azerbaiyano, el Santo Padre ha expresado su ferviente
deseo de que regrese plenamente la paz a Azerbaiyán, con la resolución de la cuestión
de Nagorno-Karabaj a través de la mutua búsqueda de recíproca apertura y de comprensión,
y con espíritu de verdadera reconciliación.
Esta visita de los jefes religiosos
de Azerbaiyán ha dado la oportunidad a Juan Pablo II de recordar la visita que realizó
al país en 2002 y al fallecido presidente Heydar Aliev de quien ha subrayado su gran
cordialidad y el gran orgullo con el que ensalzaba la tolerancia que constituye el
corazón de la vida de la nación.
La Santa Sede difundió también una declaración
del portavoz, Joaquín Navarro Valls, quien manifestó que los líderes religiosos de
Azerbaiyán, país en el que existe una minoría de unos 300 católicos, habían transmitido
a Juan Pablo II su "compromiso constante de colaboración en favor de la paz y la convivencia
pacífica" entre las diferentes creencias.