«Una sola familia de Dios en la diversidad de las culturas»
La inculturación del Evangelio es un desafío que puede dar una respuesta a la «amenaza»
que para los africanos representa la globalización. Esta ha sido la constatación del
cardenal Paul Poupard a su regreso del encuentro en Johannesburgo de miembros y consultores
africanos del Consejo Pontificio para la Cultura con los obispos responsables de esta
pastoral en África meridional.
Dar un nuevo impulso a la pastoral de la cultura
a partir del tema «Una sola familia de Dios en la diversidad de las culturas» ha sido
del objetivo de la reunión en la ciudad sudafricana del 27 al 30 de octubre. Una cita
que forma parte de una serie de iniciativas orientadas a promover esta pastoral en
diferentes partes del mundo.
En esta ocasión, se prestó particular atención
a la evangelización de las culturas, con especial énfasis en las cuestiones relativas
a la unidad y la diversidad. Además «en el contexto actual, fuertemente marcado por
el fenómeno de la globalización, la Iglesia se esfuerza por promover la diversidad
cultural en la unidad de la fe en Cristo, y la difusión de la cultura de la solidaridad
y de la fraternidad».
El presidente del dicasterio organizador, el cardenal
Poupard, pronunció la intervención central del encuentro que versó sobre la inculturación
–según explicó a «Radio Vaticano: «El mayor desafío al respecto consiste en la interiorización
de la fe para llegar a producir frutos auténticamente africanos, en la comunión de
la catolicidad».
«En segundo lugar --añadió--, la inculturación es simultánea
a la evangelización, y por esto el ejemplo a seguir es la pedagogía de Cristo con
la samaritana, que tenía una sed que satisfacer, pero Cristo supo llevarla, de este
deseo natural, al agua viva. El tercer punto podemos decir que es esta interiorización
del doble mandamiento del amor, que se radicaliza en Cristo en el amor a los enemigos»,
haciendo referencia «siempre a la filosofía, a la sabiduría de las poblaciones africanas».
El
encuentro de Johannesburgo ha dado luz verde a tres proyectos concretos: una sesión
para formadores de seminario, traducción en las distintas lenguas africanas del patrimonio
cultural local y sobre todo de la sabiduría popular y, finalmente, una primera reunión
de los centros culturales católicos en África.